Se prevé que la tasa de inflación de EEUU habría descendido a 4,1% en mayo

Según los datos más recientes, se estima que la tasa de inflación anual en EEUU cayó al 4,1% en mayo de 2023, marcando el nivel más bajo desde marzo de 2021. Esta cifra representa un descenso desde el 4,9% registrado en abril y el 5% en marzo. La principal razón detrás de esta disminución se atribuye a los precios más bajos de la energía. A nivel mensual, se proyecta que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumente un 0,2%, lo cual es menor que el incremento del 0,4% registrado en abril.

Además, se espera que la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, disminuya al 5,3% en mayo, en comparación con el 5,5% del mes anterior. A nivel mensual, se proyecta que la tasa de inflación subyacente se mantenga estable en un 0,4%, igualando el dato de abril. Estos indicadores sugieren que la presión inflacionaria se está moderando y respaldan la posibilidad de una pausa en el ciclo de ajuste de la Reserva Federal.

Estos datos económicos serán considerados en la próxima decisión sobre la tasa de interés de la Reserva Federal, que se tomará el miércoles. Se espera que estos datos refuercen el argumento de una posible pausa en el proceso de ajuste monetario que ha estado implementando el banco central. La Reserva Federal ha estado monitoreando de cerca la evolución de la inflación para determinar si se requieren medidas adicionales para contenerla o si es necesario realizar ajustes en las tasas de interés para estimular o enfriar la economía.

La caída en la tasa de inflación, especialmente en los precios de la energía, indica un alivio en los costos para los consumidores y las empresas. Esto puede tener un impacto positivo en el poder adquisitivo de los hogares y en los márgenes de ganancia de las empresas, lo cual es una señal alentadora para la economía en general. Sin embargo, es importante seguir monitoreando la evolución de los precios y su impacto en la inflación, ya que existen factores, como los desequilibrios de la oferta y la demanda, que podrían generar presiones inflacionarias en el futuro.