El yuan extraterritorial se debilitó a alrededor de 7,2 por dólar, alcanzando su nivel clave por primera vez en casi siete meses, ya que los inversores se mostraron decepcionados ante la ausencia de medidas políticas agresivas para respaldar el crecimiento económico en China.
Varios bancos importantes han reducido sus previsiones de crecimiento del PIB para 2023 debido a la debilidad de los datos económicos. El Banco Popular de China también estableció una fijación más suave de lo esperado para la moneda, lo que generó especulaciones de que las autoridades chinas se sienten cómodas con la depreciación del yuan en medio de una economía en desaceleración.
Además, el banco central redujo las tasas de interés clave en junio por primera vez desde agosto del año pasado, ejerciendo presión a la baja sobre el yuan. Sin embargo, los analistas sugirieron que estos recortes de tasas fueron insuficientes para impulsar la recuperación posterior a la pandemia en China, lo que aumentó las expectativas de una mayor relajación de las políticas.