En anteriores entregas hemos destacado la importancia de medir la evolución de la economía en términos del Valor Bruto de la Producción (VBP) como complemento al indicador tradicional que es el Producto Bruto Interno o PBI. En el cálculo del PBI se ignoran las transacciones de compra y venta entre las empresas (consumo y demanda intermedia). Esto significa que el PBI no toma en cuenta casi la mitad de las transacciones que se realizan en nuestra economía.
Desde el año 2007 el INEI estima anualmente el VBP y sus componentes (consumo intermedio, demanda final, valor agregado, remuneraciones, excedente de explotación, ingreso mixto y población empleada) para 101 sectores económicos y 365 productos (insumos), tanto en soles corrientes como en constantes de 2007. Los datos del VBP complementan, no reemplazan, los datos tradicionales del PBI permitiendo una medición más precisa de la productividad de la economía y de las mejoras tecnológicas, para una mejor comprensión del ciclo económico del país
¿Por qué el VBP es un indicador superior al PBI? Porque el PBI ignora las compras de insumos y las ventas entre empresas, que es la actividad que hace posible la producción de bienes y servicios, Estas transacciones permiten construir tablas de “insumo-producto” donde cada una de las 101 columnas corresponde a un sector económico y en ella se registra la cantidad de cada uno los 365 “insumos” que utilizan ese sector. Entre los “insumos” se encuentran los diferentes grupos de trabajadores y, al sumar todos ellos, se obtiene la cantidad de mano de obra empleada en cada sector. Con esa información se puede calcular la productividad laboral, dividiendo el VBP entre el total de trabajadores.
De acuerdo con las cifras del INEI, , la productividad por trabajador medida en soles constantes se ha estancado en los últimos años y en el 2021 registró un retroceso de 0.6% (ver Gráfico 1).
La importancia de los datos del INEI es que podemos estimar la evolución de la productividad laboral para cada uno de los 101 sectores económicos que considera el INEI en las cuentas nacionales. Por ejemplo se puede observar que las productividades laborales de los sectores agrícola, restaurantes, y comercio son significativamente inferiores a las productividades de los sectores minero, electricidad, extracción de petróleo o transporte aéreo.
Del mismo modo que medimos la productividad laboral, podemos medir la productividad de los insumos utilizados en el proceso productivo. En este caso la productividad nos dice cuántos soles de VBP (output) podemos producir con un sol de insumos (input). Esta productividad la podemos medir en soles corrientes o constantes. En el Gráfico 2 se presenta la evolución de la productividad de los insumos totales para el periodo 2007 – 2021 tanto en soles corrientes como en soles constantes de 2007.
Observamos que, en soles constantes, la productividad de los insumos ha aumentado apenas 1.15% entre 2007 y 2021. Es decir, la economía en el 2021 continúa utilizando, proporcionalmente, similares volúmenes de insumos que en el 2007. Sin embargo, por el efecto de precios relativos, la productividad medida en soles corrientes ha aumentado 5.95% en el mismo periodo. Podemos concluir que en el periodo 2007 – 2021, la productividad de los insumos totales ha aumentado más debido a los precios relativos que a cambios tecnológicos.
Con los datos del INEI podemos estimar la productividad de 365 insumos. Por ejemplo podemos preguntarnos cual ha sido la evolución de la productividad de la electricidad. Es decir con un sol de electricidad cuantos soles de VBP podemos producir. En el Gráfico 3 se presenta la evolución de la productividad del insumo electricidad para el periodo 2007 – 2021 en soles corrientes y constantes de 2007. Observamos que, en soles constantes, la productividad apenas ha crecido 0.55%, es decir que el valor de la producción obtenida con un Kwh se ha incrementado menos de 1% desde el 2007 al 2021. Sin embargo cuanto medimos la productividad en soles corrientes observamos que ha caído un significativo 20.29%. Por efecto de los precios relativos de la electricidad, en el 2021 producir un sol de VBP nos cuesta 20.29% mas que en el 2007.
La pérdida de productividad del insumo electricidad es una consecuencia de la errada política energética que ha venido siguiendo el país al priorizar la energía no renovable como es el gas sobre la energía renovable como son las hidroeléctricas. Una de las bases del modelo económico en los 90 fue la electricidad barata, aprovechando que más del 75% de nuestra electricidad era generada con hidroeléctricas. Al cambiar nuestra matriz energética, desincentivando la construcción de nuevas hidroeléctricas para promover el uso de gas natural, insumo no renovable sujeto a los precios internacionales, hemos perdido productividad y ahora los precios de electricidad en el Perú se encuentran entre los más elevados de la región.
¿Qué lecciones podemos inferir de la evolución de los indicadores de productividad? La más importante lección es que en el área tecnológica (productividad en soles constantes), que es la más importante para el progreso económico de un país, salvo las mejoras obtenidas en el sector agropecuario y telecomunicaciones, los demás sectores o han mantenido sus niveles de eficiencia tecnológica del 2007 o han registrado pérdidas de productividad. Las ganancias en productividad debido a los precios relativos han camuflado el estancamiento tecnológico de la economía peruana.
Otra lección que se infiere de la evolución de los indicadores de productividad sectorial es que los subsectores del sector manufactura, con contadas excepciones, no registran mejoras tecnológicas a lo largo del periodo 2007 – 2021. El gobierno debería enfocar sus esfuerzos para hacer más eficiente el sector manufacturero debido a que este sector es uno de los mayores generadores de empleo formal y de exportaciones no tradicionales.
La mejora de la eficiencia de los sectores agropecuario y manufactura deberían ser políticas prioritarias para lograr un desarrollo balanceado de la economía. La clave para lograr esta mejoría es contar con la utilización de tecnología de punta en estos sectores y esto se logra con el fomento de la inversion privada. La introducción de nuevas tecnologías de irrigación en los proyectos de irrigación en la costa peruana, que vienen generando un incremento de la productividad en el sector agropecuario, deberían extenderse a la región de la sierra y selva para lograr un aumento sostenido de la productividad en este sector. La formación de clústeres es la solución para aumentar la productividad en el sector manufactura.