La tasa de inflación mensual en Argentina se redujo al 6% en junio de 2023, desde el 7,8% del mes anterior y por debajo de las expectativas del mercado de un aumento del 7 %. Esto fue una señal alentadora para la economía argentina, ya que señaló que la inflación se está desacelerando.
La desaceleración de la inflación se debió a una serie de factores, incluyendo: el fortalecimiento del peso argentino frente al dólar, que hizo que los bienes importados fueran más baratos; el aumento de las tasas de interés por parte del Banco Central de Argentina, que hizo que los préstamos fueran más caros y ayudó a reducir la demanda; y, las medidas de control de precios adoptadas por el gobierno, que impidieron que algunos precios subieran tanto como lo hubieran hecho de otro modo.
Sin embargo, la inflación anual sigue siendo muy alta, y es probable que siga siendo un problema para la economía argentina en los próximos meses. La inflación anual de Argentina se disparó un 115,6 % en junio, manteniéndose en el nivel más alto desde 1991 y acelerándose desde el 114,2 % del mes anterior. La alta inflación está erosionando el poder adquisitivo de los argentinos y está dificultando que las empresas operen con ganancias. El gobierno argentino está trabajando para abordar la inflación, pero es probable que sea un desafío difícil de superar.