Una de las fijas para el discurso presidencial de 28 de julio será la presentación de un conjunto de medidas para impulsar la recuperación de la maltrecha economía peruana. El déficit fiscal del segundo trimestre fue de 2,6% del PBI, si bien por encima del límite de 2,4%, se espera un segundo semestre con déficit de 2% lo que da espacio para implementar acciones que reactiven la actividad productiva sin perjudicar la regla fiscal.
El paquete de estímulo llega en un momento en que los indicadores apuntan a una desaceleración de la economía peruana. El PBI se contrajo 1,43% en mayo impulsado por caídas en manufactura, construcción y pesca, entre otros. No obstante, desde el Ejecutivo consideran que hay señales positivas como la desaceleración de la inflación a 5,9% en julio y la recuperación del empleo.
Con este conjunto de medidas fiscales y monetarias, el gobierno peruano busca catalizar la reactivación económica en la segunda mitad del año, luego del impacto negativo de factores como la inflación, las tasas de interés y la incertidumbre política. El reto será implementar acciones focalizadas que impulsen de manera efectiva la inversión y el consumo interno.