La tasa de inflación anual en el Reino Unido se desaceleró a 7,9% en junio, el nivel más bajo desde marzo de 2022, principalmente por la caída en precios de combustibles. La inflación subyacente también retrocedió hasta 6,9% desde el máximo de 31 años de 7,1% previo. Sin embargo, ambas tasas continúan ampliamente por encima del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra.
Los precios de transporte se redujeron 1,8% en junio, impulsados por la fuerte caída de 22,7% en costos de combustibles y lubricantes. Otras categorías como alimentos, muebles y hoteles también mostraron desaceleración en sus aumentos. Pero pese a esta moderación reciente, la inflación persiste en niveles muy elevados.
El Banco de Inglaterra tiene espacio para continuar endureciendo la política monetaria dado que la inflación aún se sitúa lejos de la meta. Mantener la senda de desaceleración de los precios será crucial para aliviar la presión sobre los hogares británicos y apuntalar la recuperación económica del país.