La economía mexicana ha mostrado signos de estabilidad en términos de inflación. En julio de 2023, la inflación anual del país disminuyó por sexto mes consecutivo, registrando un 4,79%. Esta cifra es la más baja desde marzo de 2021 y coincide con las proyecciones del mercado. A pesar de esta tendencia decreciente que ha prevalecido desde febrero de este año, la inflación todavía se encuentra por encima del objetivo del Banco de México (Banxico) que es del 3%, con un margen de un punto porcentual.
Al analizar las categorías específicas que contribuyen a la inflación, se observa que los precios se han moderado principalmente en alimentos y bebidas no alcohólicas, con una tasa del 7,31% en comparación con el 7,68% del mes anterior. Otros sectores, como bebidas alcohólicas y tabaco, bienes y servicios diversos, restaurantes y hoteles, y transporte, también han mostrado una desaceleración en sus precios. Sin embargo, es importante destacar que algunos sectores, como la vivienda y los servicios públicos, así como las comunicaciones, han experimentado descensos más rápidos en sus precios.
Aunque la tasa de inflación general ha disminuido, la inflación subyacente, que es un indicador más estable al excluir ciertos elementos volátiles, ha caído a un mínimo de casi un año y medio de 6,64%, por debajo del 6,89% del mes anterior. Esta cifra sugiere que, aunque la inflación general está disminuyendo, todavía existen presiones inflacionarias subyacentes en la economía. Es crucial para los formuladores de políticas y los inversores estar atentos a estas tendencias, ya que la inflación persistente puede tener implicaciones a largo plazo para la estabilidad económica y la política monetaria del país.