En junio de 2023, la Zona Euro experimentó un giro significativo en su economía al registrar un notable superávit en cuenta corriente. Este superávit contrasta significativamente con las cifras del año anterior, destacando una tendencia de recuperación y fortaleza en el bloque económico. La cifra de junio, además, ha marcado el punto más alto desde septiembre de 2021, dando una clara señal de un cambio de rumbo en las finanzas del área del euro.
El superávit en cuenta corriente de la eurozona para junio fue de 36.800 millones de euros, un cambio drástico en comparación con el déficit revisado de 4.400 millones de euros registrado en el mismo mes de 2022. Uno de los mayores impulsores de este superávit fue la cuenta de bienes, que mostró un superávit de 42.700 millones de euros, revirtiendo la brecha de 8.000 millones del año pasado. Se observaron otros cambios en la renta secundaria, donde el déficit se redujo a 12.500 millones de euros desde 15.700 millones de euros. Sin embargo, no todos los indicadores fueron positivos: la renta primaria cambió de un superávit de 400 millones de euros a un déficit de 5,6 mil millones de euros, y el superávit de servicios se contrajo a 12,1 mil millones de euros, descendiendo desde los 18,9 mil millones del año anterior.
En una perspectiva más amplia, considerando los datos acumulados del primer semestre de 2023, la Zona Euro logró un superávit por cuenta corriente de 59.500 millones de euros. Esta cifra contrasta de manera positiva con el déficit de 42.100 millones de euros que se registró en el mismo periodo del año 2022. Estos datos no sólo evidencian una recuperación robusta de la eurozona, sino que también sugieren una posible consolidación de su posición económica en el futuro próximo, lo que podría generar un ambiente de confianza y estabilidad en los mercados del bloque.