El Índice de Gerentes de Compra (PMI) compuesto global de S&P para Estados Unidos disminuyó a 50,4 en agosto de 2023, lo cual fue menor a las expectativas del mercado que anticipaban un valor de 52,0. Esta lectura representa el repunte más débil en la actividad del sector privado desde febrero de 2023. La contracción en el sector manufacturero y el crecimiento más lento en el sector de servicios contribuyeron a este descenso.
El total de nuevos pedidos experimentó una caída por primera vez en seis meses, y el ritmo de creación de empleo se redujo a su nivel más bajo en más de tres años. Estos cambios ocurren en un contexto de presión sostenida de la inflación y tasas de interés elevadas. Además, los trabajos pendientes se contrajeron al ritmo más rápido desde mayo de 2020. En el lado de los costos, la inflación de los insumos se aceleró debido al aumento en los costos del combustible, los salarios y las materias primas. Sin embargo, la inflación de los precios de venta mostró una disminución.
A pesar de los desafíos actuales, las empresas estadounidenses se mostraron más optimistas en cuanto a sus perspectivas de producción para el próximo año. Este optimismo podría ser un indicador de que las empresas anticipan una recuperación o estabilización en el futuro cercano. Sin embargo, la combinación de una desaceleración en la actividad económica, la presión inflacionaria y la incertidumbre en el empleo sugiere que el camino hacia la recuperación podría estar lleno de obstáculos. Estos factores hacen que el panorama económico de EEUU sea complejo y requiera una observación cuidadosa en los próximos meses.