El precio del crudo WTI (West Texas Intermediate) experimentó un fuerte aumento, superando los US$ 85 por barril, su nivel más alto en más de nueve meses. Este incremento se debe en gran parte a las expectativas de que la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados) tomará medidas adicionales para mantener ajustados los suministros de petróleo. Alexander Novak, viceprimer ministro de Rusia, confirmó que su país ha acordado con los miembros de la OPEP continuar con los recortes en las exportaciones de petróleo.
Las medidas tomadas por los líderes de la OPEP+ incluyen no solo los acuerdos de Rusia para mantener los recortes en las exportaciones, sino también la expectativa de que Arabia Saudita extenderá su recorte voluntario de producción en 1 millón de barriles por día hasta octubre. Además, el optimismo en la demanda de petróleo se vio impulsado por una expansión inesperada en la actividad manufacturera de China, el mayor importador de petróleo del mundo. En el frente estadounidense, las señales de un posible enfriamiento económico han llevado a especulaciones de que la Reserva Federal podría abstenerse de aumentar las tasas de interés, lo que a su vez ha elevado la confianza del mercado en general.
Este aumento en el precio del crudo WTI tiene implicaciones significativas para la economía global y las políticas energéticas. La extensión de los recortes de producción por parte de los principales exportadores podría tener un impacto en los precios del petróleo a nivel mundial, afectando tanto a los consumidores como a las industrias. Además, la expansión de la actividad manufacturera en China y las decisiones de política monetaria en EEUU podrían influir en la demanda y oferta globales de petróleo. Es crucial monitorear cómo estos factores interactúan en los próximos meses para entender las dinámicas del mercado petrolero.