El Índice de Gestión de Compras (PMI) general compuesto de Caixin para China registró una ligera disminución en agosto de 2023, situándose en 51,7 en comparación con 51,9 en julio. Aunque este fue el octavo mes consecutivo de crecimiento en la actividad del sector privado, también marcó el ritmo más lento desde enero de este año. La desaceleración se atribuye principalmente a una expansión más débil en el sector de servicios, que fue parcialmente compensada por un ligero aumento en la producción fabril.
Los nuevos pedidos experimentaron un crecimiento modesto, pero a la tasa más rápida desde mayo, lo que sugiere una demanda sostenida pero cautelosa. En el frente laboral, el empleo vio su mayor aumento desde febrero, con tanto los fabricantes como los proveedores de servicios registrando tasas modestas de creación de empleo. En cuanto a los costos, la inflación de los precios de los insumos alcanzó un máximo de cinco meses, aunque se mantuvo en niveles moderados. Los precios de venta, por otro lado, se mantuvieron en general estables.
El Dr. Wang Zhe, economista de Caixin Insight Group, señaló que todavía existe una «considerable presión a la baja sobre la economía». Aunque los impactos estacionales disminuirán gradualmente, la economía china enfrenta desafíos que podrían afectar su trayectoria de crecimiento. La desaceleración en el sector de servicios y la inflación de los precios de los insumos son indicadores de que las empresas podrían enfrentar presiones tanto de demanda como de costo en los próximos meses. Este escenario requiere una observación cuidadosa para evaluar cómo las políticas gubernamentales y las condiciones del mercado global podrían influir en la economía china en el corto y medio plazo.