El Banco Central de Chile tomó la decisión de recortar su tasa de interés referencial en 75 puntos base, llevándola al 9,5%. Esta medida se enmarca en un ciclo de relajamiento monetario que el banco está llevando a cabo en respuesta a una menor presión inflacionaria en el país. La decisión fue unánime y se produce en un contexto en el que tanto operadores del mercado como analistas tenían expectativas variadas respecto a la magnitud del recorte. Mientras que los operadores del mercado esperaban esta misma reducción al 9,5%, los analistas proyectaban una baja al 9,25%.
El Banco Central de Chile ha comunicado que la «magnitud y temporalidad» del proceso de reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM) dependerán de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la inflación. En este sentido, el banco ha destacado que si se materializan las proyecciones del escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, la TPM seguirá la trayectoria ya delineada en reuniones previas. Además, el banco reafirmó su compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que se concreten riesgos internos o externos que lo requieran.
Es importante señalar que la economía de Chile ha mostrado signos de recuperación postpandemia, lo que inicialmente llevó al Banco Central a aumentar agresivamente la tasa de política monetaria. Sin embargo, el banco ya había comenzado a relajar esta política a fines de julio con un primer recorte de 100 puntos base a 10,25%. La actividad económica local avanzó un 1,8% interanual en julio, superando las expectativas. Este avance representa el primer crecimiento interanual después de cinco caídas consecutivas y el segundo registro positivo en 11 meses, lo que sugiere un ajuste de la actividad económica tras la rápida recuperación del impacto de la pandemia de COVID-19.