Los futuros del cobre han experimentado una caída significativa, situándose por debajo del umbral de US$ 3,7 por libra, lo que representa su nivel más bajo desde mediados de agosto. Esta disminución se atribuye a varios factores, incluido el fortalecimiento del dólar estadounidense, datos económicos decepcionantes provenientes de China y la expectativa de más apoyo económico por parte del gobierno chino. El mercado está particularmente preocupado por los recientes indicadores económicos de China, que muestran un crecimiento más débil de lo esperado en varios sectores.
Los datos económicos de China han sido menos alentadores de lo esperado, especialmente en el sector de servicios para agosto, lo que sugiere una disminución en la demanda. Además, el informe de comercio exterior de China mostró caídas significativas tanto en las importaciones como en las exportaciones durante el mismo período. En respuesta a estos desafíos, el gobierno de Beijing ha implementado una serie de medidas para estabilizar el mercado inmobiliario. Estas medidas incluyen la reducción de las tasas hipotecarias para los compradores de vivienda por primera vez y ajustes en los índices de pago inicial en ciertas ciudades.
A pesar de las medidas tomadas por Beijing para apuntalar la economía, el mercado sigue en espera de más apoyo político. El descenso en los precios del cobre es especialmente relevante dado que China es uno de los mayores consumidores de este metal. La caída podría tener implicaciones significativas no solo para la economía china sino también para los mercados globales del cobre. Este escenario podría llevar a ajustes en las políticas económicas y comerciales, tanto dentro de China como en los países productores de cobre.