Los futuros del crudo WTI experimentaron un aumento superior al 1%, alcanzando los US$ 88,5 por barril, un nivel que no se veía desde noviembre de 2022. Esta alza se atribuye en gran medida a la continua proyección de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) sobre un fuerte crecimiento en la demanda mundial de petróleo. Según la OPEP, se anticipa un aumento de 2,25 millones de barriles por día (bpd) en la demanda de petróleo para el año 2024, ligeramente por debajo de la proyección de 2,44 millones de bpd para 2023. La OPEP+ implementó límites en la producción en 2022 para estabilizar el mercado petrolero, y recientemente, Arabia Saudita y Rusia acordaron extender sus recortes voluntarios de producción hasta el final de este año.
A pesar de estos esfuerzos de limitación de la producción por parte de la OPEP y sus aliados, se observó un aumento en la producción de petróleo de la OPEP durante el mes de agosto. Este incremento se debió principalmente a la recuperación de la producción de Irán, a pesar de las sanciones continuas de EEUU contra Teherán y los recortes voluntarios de producción realizados por Arabia Saudita. Estos datos sugieren un equilibrio delicado en el mercado petrolero, donde la oferta y la demanda son influenciadas por factores geopolíticos y decisiones de producción.
En resumen, los precios del petróleo WTI han alcanzado niveles no vistos desde noviembre de 2022 debido a las perspectivas optimistas de la OPEP sobre la demanda de petróleo en los próximos años. Sin embargo, la recuperación de la producción de petróleo en algunos países miembros de la OPEP, como Irán, plantea desafíos para mantener un equilibrio en el mercado petrolero global. Los inversores están atentos a la evolución de la oferta y la demanda, así como a las dinámicas geopolíticas que pueden afectar los precios del petróleo.