La economía peruana volvió a caer en julio, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La producción nacional se contrajo 1,29% frente a igual mes de 2022, marcando el tercer mes consecutivo de retroceso. Este resultado es contrario a las previsiones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que había anticipado una mejora en los indicadores económicos para julio y agosto. La situación económica se ha vuelto especialmente preocupante dado que el Producto Bruto Interno (PBI) mantiene una tendencia decreciente.
La contracción económica en julio se atribuye principalmente a la disminución en seis sectores económicos: Manufactura (-13,89%), Financiero (-9,60%), Construcción (-8,80%), Pesca (-47,94%), Telecomunicaciones (-2,15%) y Agropecuario (-0,69%). Estos sectores se vieron afectados por diversos factores, incluidas las condiciones climáticas adversas causadas por El Niño costero y conflictos socioambientales. Por ejemplo, el sector de la pesca se contrajo en un 47,94% debido a la disminución en el desembarque de especies para consumo humano indirecto, como la anchoveta. En el caso de la manufactura, la caída se debió a la menor actividad en los subsectores fabril no primario y primario.
A pesar de la tendencia negativa en estos sectores, algunos mostraron un desempeño positivo. El sector Minería e Hidrocarburos, por ejemplo, creció un 11,38% en julio, impulsado por la mayor producción de molibdeno, cobre y zinc. Sin embargo, el subsector de hidrocarburos disminuyó en un 1.64%. La situación actual plantea preguntas sobre la capacidad del país para recuperarse en el corto plazo y cómo las políticas gubernamentales podrían abordar estos desafíos. La contracción en sectores clave como la construcción, que es vital para la creación de empleo, también plantea preocupaciones sobre el bienestar social y económico de la población peruana.