Infraestructura de transporte creció 25% hasta agosto

La inversión en infraestructura de transporte ha experimentado un crecimiento significativo en 2023, alcanzando los US$ 410,1 millones hasta el segundo cuatrimestre del año, lo que representa un incremento del 24,5% en comparación con el mismo periodo de 2022. Este incremento fue informado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán). Este aumento en la inversión es crucial para el desarrollo y mejora de los sistemas de transporte del país, permitiendo la implementación de tecnologías más avanzadas y la construcción de infraestructuras más eficientes y seguras.

Este notable crecimiento en la inversión se vio impulsado principalmente por las inversiones en los sistemas eléctricos de transporte masivo, destacando la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, que recibió una inversión de US$ 184 millones, un 57,8% más que el año pasado. Además, los capitales de puertos experimentaron un crecimiento del 55,4%, alcanzando los $139,1 millones de dólares. Ositrán también destacó que las infraestructuras viales y el sector aeroportuario dinamizaron capitales superiores a los US$ 57,8 millones y US$ 29,2 millones, respectivamente. Solo en el mes de agosto, las cifras de inversión alcanzaron los US$ 15,9 millones, de los cuales US$ 13,7 millones fueron ejecutados por el sector carreteras.

La inversión acumulada hasta agosto de 2023 alcanzó los US$ 10.959 millones, representando el 61,88% del total de compromisos de inversión de las empresas concesionarias, que superan los US$ 17.709. En términos de avance de inversión, las carreteras registran el mayor nivel con un 89,59%, seguido por los terminales portuarios con un 58,82%, ferrocarriles y líneas de metro con un 57,04% y aeropuertos con un 22,98%. Este aumento en la inversión en infraestructura de transporte no solo refleja el compromiso continuo con el desarrollo y la modernización de los sistemas de transporte en Perú, sino que también subraya la importancia de la inversión sostenida en infraestructura para impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.