Mes a mes el BCRP en su Nota Semanal nos informa que el nivel de empleo formal, medido por la planilla electrónica de la SUNAT, continúa creciendo, aunque cada vez a tasas menores. Al mismo tiempo el INEI nos informa que el PBI real viene cayendo en los últimos meses, lo cual parece contradictorio, porque se esperaría que el nivel de empleo baje cuando el PBI disminuye. En esta entrega tratamos de esclarecer porque esto está sucediendo.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución mensual del crecimiento anualizado del empleo formal en todo el país para el periodo 2018 – agosto 2023. Para evitar estacionalidades en el nivel de empleo se ha utilizado el promedio móvil de los últimos 12 meses. La fuente de estos datos es la planilla electrónica de la SUNAT, que no es una encuesta y por lo tanto su veracidad esta fuera de duda. Las remuneraciones que se pagan a los empleados formales obligatoriamente tienen que registrarse en la planilla electrónica, así como las contribuciones a la ONP, AFPs, EsSalud y otras. Por lo tanto el número de empleados que figuran en la planilla electrónica corresponde al número de empleados formales en el país en un determinado mes.
Observamos que después de las significativas caídas registradas durante la pandemia, el empleo formal se recuperó rápidamente, llegando a crecer 7.3% en el mes de abril de 2022. A partir de ese mes, el nivel de empleo ha continuado creciendo, aunque a tasas decrecientes. La tasa de crecimiento del último mes disponible (agosto 2023) fue de 3.6%, que es similar a las tasas de crecimiento observadas en el periodo prepandemia y que contrasta con la caída del PBI de 1.3% registrada en el mes de julio.
¿Cómo explicar esta aparente paradoja? La respuesta la encontramos en la evolución de los otros indicadores de empleo de la Población Económicamente Activa (PEA). Para ello es necesario definir que es la PEA.
A partir de la población de un país (determinada por los Censos de Población y proyectada por el INEI) se determina la Población en Edad de Trabajar (en el Perú, corresponde a la población de 14 y más años). En el segundo trimestre de 2023, la cantidad de habitantes en edad de trabajar fue de 25 millones 856 mil personas, lo que representó un aumento de 429 mil respecto al mismo trimestre de 2022 (ver Tabla 1).
No todas las personas que se suman al universo de la Población en Edad de Trabajar optan por trabajar, por diferentes razones como estudiar, son deficientes físicos, están jubilados, se dedican al hogar o desarrollan otras actividades que no son consideradas “trabajo”. A este subconjunto de personas se le conoce como Población Económicamente No Activa. En el segundo semestre de este año el número de personas comprendidas en esta categoría fue de 7 millones 591 mil, que representa un aumento de 380 mil personas respecto al mismo trimestre de 2022 (ver Tabla 1). Un gran porcentaje de este número corresponde al aumento de estudiantes universitarios.
La Población Económicamente Activa (PEA), también llamada fuerza laboral, se define como la población que se encuentra trabajando activamente o que está buscando trabajo. En el segundo semestre de 2023 la PEA fue de 18 millones 264 mil trabajadores, escasamente 48 mil 500 trabajadores más que en el mismo periodo de 2022. El reducido incremento de la PEA nos indica que una mayoría de la población en edad de trabajar ha decidido continuar estudiando o a dedicarse a las tareas del hogar o ha pasado a incrementar el Desempleo Abierto, ante la dificultad de encontrar trabajo.
La PEA se descompone en tres subcategorías: (i) Empleo Formal; (ii) Empleo Informal; y (iii) Desempleo Abierto. El Empleo Formal, como lo hemos mencionado, se mide por el número de trabajadores registrados en la Planilla Electrónica de la SUNAT, y el promedio en el II-T de este año fue de 5 millones 682 mil trabajadores, un incremento de 142 mil respecto a similar trimestre de 2022 (ver Tabla 1), que no es suficiente para absorber la fuerza laboral que se incorpora cada año al mercado laboral.
Tradicionalmente la falta de generación de nuevos puestos de trabajo formales se compensa con un aumento del número de trabajadores informales. Sin embargo, esta vez, de acuerdo a las cifras del INEI, la precaria situación de la economía ha motivado que el número de trabajadores del mercado informal disminuya. En el II-T de este año, el número de trabajadores informales fue de 11 millones 607 mil, 305 mil menos que en el mismo trimestre de 2022.
¿Cómo se clasifica a los trabajadores que no encuentran empleo, ni en el mercado laboral formal ni en el informal? Pertenecen a la categoría de Desempleo Abierto. En el II-T de 2023 el número de trabajadores desempleados fue de 975 mil, que representan un incremento de 211 mil trabajadores respecto a los niveles registrados en el II-T de 2022. Como consecuencia, la tasa de desempleo abierto ha pasado de 4.2% en II-T de 2022 a 5.3% en II-T de 2023 (ver Tabla 1). Los sectores económicos más afectados son pesca, agricultura, construcción y comercio que, coincidentemente, son los sectores con mayor informalidad.
La tasa de desempleo abierto es el indicador relevante en el actual escenario de recesión y el aumento del desempleo es coherente con la caída del PBI observada en los últimos meses. El significativo aumento de la tasa de desempleo abierto ha contribuido a que el BCRP decida disminuir su tasa de interés de referencia en 0.25 puntos porcentuales por segundo mes consecutivo. El problema es que estas disminuciones se dan en un escenario en que el banco central americano (FED) ha decidido mantener sus tasas o elevarlas aún más en lo que resta del año. De cumplirse este escenario el tipo de cambio deberá continuar su alza durante los próximos meses.
Esta columna lamenta la irreparable pérdida del Almirante Luis Giampietri, un peruano ejemplar.