El panorama laboral en Lima Metropolitana, Perú, ha experimentado fluctuaciones significativas, especialmente en el contexto de la pandemia y las dinámicas económicas recientes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el empleo en la región ha mostrado un crecimiento del 4.5% entre julio y septiembre, equivalente a 5.2 millones de trabajadores. Este incremento se produce tras un modesto crecimiento del 1% observado en el periodo de marzo a mayo del mismo año, lo que sugiere una recuperación o, al menos, una mejora en las condiciones del mercado laboral en algunos sectores de la economía limeña.
A pesar del crecimiento general en el empleo, no todos los sectores han experimentado una trayectoria positiva. Específicamente, el sector manufacturero ha visto una contracción del 5.9%, lo que se traduce en 41,000 trabajadores menos en comparación con el mismo periodo del año anterior, sumando un total de 651,500 empleos en la industria entre julio y septiembre. Este retroceso en la manufactura se alinea con una contracción del 4.11% en agosto y un acumulado del 6.8% en lo que va del año, siendo la industria no primaria la más afectada con una contracción del 9.44% en agosto y un acumulado del -8.45% entre enero y agosto. Este fenómeno se ha manifestado a pesar de las expectativas macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que en septiembre reflejaban un optimismo moderado para la contratación a 12 meses en el sector manufacturero.
El sector de la construcción también ha enfrentado desafíos, manteniendo una tendencia negativa del -10.6%, aunque ha logrado desacelerar su caída en comparación con el periodo mayo-julio, donde se contrajo un 19.3%. Por otro lado, los sectores de comercio y servicios, que juntos concentran una considerable cantidad de empleos en Lima Metropolitana (1.2 millones y 2.9 millones respectivamente), han experimentado un crecimiento del 7.7% y 7.9% en el periodo julio-setiembre. Sin embargo, es crucial abordar estos datos con cautela, ya que, aunque ambos sectores demandan una gran cantidad de mano de obra, no necesariamente buscan que esta esté calificada, lo que podría reflejar también un dinamismo en la parte informal del empleo. Además, las cifras podrían estar influenciadas por las contrataciones estacionales para las festividades de diciembre, como Navidad y Año Nuevo, lo que podría tener implicaciones en la estabilidad del empleo a largo plazo.