En septiembre de 2023, los precios medios de las viviendas nuevas en las 70 principales ciudades de China experimentaron una caída interanual del 0,1%. Esta tendencia a la baja se ha mantenido constante durante tres meses consecutivos. Esta situación se da en un contexto en el que Beijing intensifica sus esfuerzos para contrarrestar el prolongado declive del sector inmobiliario, que enfrenta una demanda lenta y persistente.
Al analizar las principales metrópolis chinas, se observa que los precios de las viviendas disminuyeron tanto en Shenzhen, con una caída del 3,0% (manteniendo la misma tasa que en agosto), como en Guangzhou, donde los precios bajaron un 1,7%, comparado con el 1,4% del mes anterior. En contraste, en Chongqing, los precios crecieron a un ritmo más lento, registrando un aumento del 1,7% en comparación con el 1,8% de agosto. En Tianjin, los precios se mantuvieron estables con un incremento del 0,6%.
Por otro lado, algunas ciudades experimentaron un aumento más acelerado en los precios de las viviendas. En Beijing, los precios subieron un 2,9%, ligeramente por encima del 2,8% del mes anterior. De manera similar, en Shanghai, los precios aumentaron un 4,4%, superando el 4,1% registrado en agosto. Al observar la evolución mensual, en septiembre los precios de las viviendas nuevas disminuyeron un 0,2%, una caída menos pronunciada que el 0,3% registrado en agosto, que fue la mayor disminución en una década.
La constante caída de los precios de las viviendas en las principales ciudades de China refleja las dificultades que enfrenta el sector inmobiliario del país. A pesar de los esfuerzos de Beijing por revitalizar el mercado, la demanda sigue siendo débil. Esta situación podría tener repercusiones en la economía china, ya que el sector inmobiliario es uno de los pilares fundamentales de su crecimiento. Las autoridades deberán continuar monitoreando de cerca la situación y posiblemente implementar medidas adicionales para estimular la demanda y estabilizar el mercado.