Brasil: actividad empresarial privada mustró síntomas de recuperación en octubre

El Índice de Gerentes de Compras (PMI) compuesto de S&P Global para Brasil ha mostrado signos de recuperación en octubre de 2023, ascendiendo a 50,3 desde el 49 registrado en septiembre. Este incremento sugiere una expansión marginal en la actividad del sector privado brasileño, marcando un cambio positivo en la dinámica económica del país. La mejora fue liderada por un notable repunte en el sector de servicios, cuyo PMI aumentó a 51 desde 48,7, señalando un crecimiento después de un período de contracción. Este aumento en la actividad de servicios parece haber compensado la contracción continua en el sector manufacturero, que experimentó una ligera disminución en su PMI a 48,6 desde 49.

La demanda de servicios mostró una tendencia al alza, reflejada en el aumento de los nuevos pedidos, lo que indica una recuperación en la confianza del consumidor y la disposición a gastar en el sector de servicios. Este es un indicador alentador para la economía, ya que sugiere que la demanda interna puede estar fortaleciéndose, lo cual es crucial para el crecimiento sostenido.

En cuanto a la inflación de costos, Brasil enfrenta una aceleración en los precios de los insumos, la más rápida en los últimos cuatro meses, impulsada principalmente por el sector de servicios. Esto podría ser el resultado de una combinación de factores, incluyendo la presión de los precios internacionales y los desafíos logísticos o de suministro. Como respuesta a estas presiones inflacionarias, los proveedores de servicios han incrementado sus precios, alcanzando un pico en la tasa de inflación de los cargos en cuatro meses. Por otro lado, el sector manufacturero ha respondido a la disminución de la actividad ofreciendo descuentos, lo que sugiere una estrategia para estimular la demanda y mantener la competitividad en un entorno económico desafiante.

Estos movimientos en los precios de los insumos y los cargos podrían tener implicaciones significativas para la política monetaria del país, ya que el banco central podría verse obligado a considerar estas dinámicas inflacionarias en sus decisiones futuras sobre tasas de interés. Además, la diferencia en la estrategia de precios entre los servicios y la manufactura refleja la divergencia en las condiciones económicas de los dos sectores, lo que podría tener efectos a largo plazo en la estructura económica de Brasil.