En septiembre de 2023, el mercado financiero de EEUU experimentó un cambio significativo en los flujos de capital transfronterizos. Se registró una salida neta de capital de US$ 67,400 millones en el ámbito de las Transacciones Internacionales de Capital (TIC). Este movimiento contrasta marcadamente con la entrada neta de US$ 131,000 millones observada en agosto, marcando el primer mes de salidas de capital desde mayo. Este cambio refleja una alteración en la confianza y las estrategias de inversión de los inversores extranjeros hacia los activos estadounidenses.
La salida neta de TIC de US$ 67,400 millones se compone principalmente de salidas netas privadas extranjeras, que alcanzaron los US$ 62,100 millones, y salidas oficiales extranjeras netas de US$ 5,300 millones. Estas cifras representan un cambio drástico respecto a agosto, donde se registraron entradas netas de US$ 137,500 millones y US$ -6,500 millones, respectivamente. Además, los residentes extranjeros redujeron sus tenencias de valores estadounidenses a largo plazo, con ventas netas de US$ 2,400 millones. Dentro de este segmento, los inversores privados extranjeros vendieron netamente US$ 3,500 millones, mientras que las instituciones oficiales extranjeras realizaron compras netas de US$ 1,100 millones.
Este cambio en los flujos de capital sugiere un reajuste en la percepción de riesgo y rentabilidad de los activos estadounidenses por parte de los inversores extranjeros. La reducción en las tenencias de valores a largo plazo indica una preferencia por activos más líquidos o una respuesta a las condiciones económicas y políticas globales. La distinción entre las acciones de inversores privados y oficiales también es notable, sugiriendo diferentes motivaciones y estrategias entre estos grupos. Mientras los inversores privados se inclinaron por la venta, las instituciones oficiales mostraron una tendencia a la compra, posiblemente buscando aprovechar las fluctuaciones del mercado para obtener ganancias a largo plazo o diversificar sus reservas.
La salida neta de capital de US$ 67,400 millones en EEUU durante septiembre de 2023 tiene implicaciones significativas para la economía y los mercados financieros. Este fenómeno puede influir en la valoración del dólar estadounidense, las tasas de interés y la política monetaria. Además, puede ser un indicador de la confianza de los inversores extranjeros en la economía de EEUU y su estabilidad política. A largo plazo, estas salidas de capital podrían afectar la inversión en sectores clave y la capacidad de EEUU para atraer financiamiento extranjero. Este escenario subraya la importancia de monitorear los flujos de capital transfronterizos y su impacto en la economía global, así como la necesidad de políticas que fomenten un entorno de inversión estable y atractivo.