En octubre de 2023, las ventas de viviendas usadas en EEUU experimentaron una caída significativa del 4,1% mes a mes, alcanzando una tasa anualizada desestacionalizada de 3,79 millones de unidades. Este nivel es el más bajo desde agosto de 2010 y se situó por debajo de las previsiones que apuntaban a 3,9 millones. Este declive en el mercado inmobiliario refleja desafíos continuos como la escasez de inventario y el aumento de las tasas hipotecarias.
La falta persistente de inventario de viviendas y las elevadas tasas hipotecarias han sido factores clave detrás de este descenso. Sin embargo, Lawrence Yun, economista jefe de la National Association of Realtors (NAR), señaló que todavía se están generando múltiples ofertas, especialmente en viviendas iniciales y de precio medio, aunque se observan concesiones de precios en el segmento de alto valor del mercado.
A fines de octubre, el inventario total de viviendas era de 1,15 millones de unidades, un 1,8% más que en septiembre, pero un 5,7% menos en comparación con el año anterior. Además, el precio medio de las viviendas existentes para todos los tipos aumentó un 3,4% en comparación con octubre de 2022, alcanzando US$ 391,800. Las ventas disminuyeron en el noreste, sur y oeste de EEUU, pero se mantuvieron estables en el Medio Oeste.
El descenso en las ventas de viviendas usadas y la subida de precios reflejan una tensión en el mercado inmobiliario de EEUU, donde factores como el inventario limitado y las altas tasas hipotecarias están afectando la accesibilidad de la vivienda. Aunque hay un movimiento en segmentos de precios medios e iniciales, el enfriamiento en el segmento de alto valor indica un mercado cada vez más segmentado y desafiante. Estas tendencias podrían tener repercusiones a largo plazo en la economía y en las decisiones de política habitacional.