¿Buenas o malas noticias con la balanza comercial?

De acuerdo con las cifras que el INEI divulgó esta semana, en diciembre de 2023  el PBI retrocedió 0.74% respecto al mismo mes del año anterior. Para todo el 2023 el PBI registró una caída de 0.55%. El retroceso del PBI pudo haber sido peor, de no ser por el buen resultado del sector minero impulsado por la producción de Quellaveco.

Con estos resultados se confirma el proceso recesivo en la que se encuentra la economía. Como consecuencia, las autoridades y los analistas económicos han pasado a concentrarse en cuan rápido saldremos de la recesión. Se espera que el cambio de ministro de economía traiga consigo cambios en la política fiscal. Por su parte el Banco Central proyecta un escenario de rápida recuperación, buscando mejorar las expectativas de los agentes económicos.

Uno de los indicadores que el BCRP utiliza para sustentar una rápida salida de la recesión es la mejora de la balanza comercial, que es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes. En el Gráfico 1 se presenta la evolución de la balanza comercial para el periodo 2019 – 2023. Como es usual, para evitar las estacionalidades utilizamos el acumulado de los últimos 12 meses.

Observamos que hasta el primer trimestre de 2023 la balanza comercial se venia deteriorando, pero a partir del segundo trimestre se ha venido recuperando a un ritmo sostenido. El acumulado de todo el 2023 ya ha superado el acumulado registrado en el 2022 más el  primer trimestre de 2023. Estos resultados vienen siendo destacados por las autoridades como señal de que la recuperación económica ya está en marcha.

¿Significa este resultado el inicio de la recuperación económica y el fin de la recesión? No necesariamente. Para responder de mejor manera este interrogante es necesario analizar la evolución de las exportaciones e importaciones de bienes, que se presenta en  el Gráfico 2 para el mismo periodo (2019 – 2023). Observamos que las exportaciones se han estancado en los niveles de 2022, aunque se observa una ligera recuperación en los últimos meses. Por su lado las importaciones han venido cayendo sostenidamente a lo largo de 2023.

¿Cuál es la interpretación de estas tendencias? El crecimiento de las exportaciones en 2021 y el primer semestre de 2022 ha sido el resultado de la puesta en operación de Quellaveco. Al no haber nuevos proyectos mineros significativos ni incrementos esperados en el precio de cobre, el nivel de las exportaciones se ha estancado. El nombramiento del nuevo ministro de energía y minas podría significar luz verde para Tía Maria y otros proyectos  y una vuelta al crecimiento de las exportaciones.

La caída de las importaciones es muy preocupante porque refleja la poca demanda de bienes importados producto de la recesión económica. Al producir e invertir menos, las empresas reducen sus importaciones de bienes . Por lo tanto, la mejora de la balanza comercial no puede ser interpretada como una señal de la recuperación de la economía y una pronta salida de la recesión, sino más bien como el reflejo de una menor actividad económica.

El aumento de las agroexportaciones no es suficiente para compensar el estancamiento de las exportaciones tradicionales. Ante la ausencia de inversión en nuevos proyectos mineros se corre el riesgo de que la economía encuentre  un nivel de equilibrio inferior a los niveles previos a la pandemia, lo que comprometería el crecimiento del PBI esperado para 2024 por el BCRP (de 3%), con la consecuente limitación en la generación de nuevos puestos de trabajo formal y elevación de los niveles de pobreza.

Otro aspecto importante para tomar en cuenta son las tendencias de las diferentes categorías de importaciones de bienes. En el Gráfico 3 se presenta la evolución de las tres principales categorías de importaciones: (i) insumos; (ii) bienes de capital; y (iii) bienes de consumo. Observamos que mientras los bienes de consumo registran una tendencia creciente, los insumos y los bienes de capital registran una tendencia negativa.

La pronunciada reducción de los insumos importados significa un menor dinamismo de la producción interna en el corto plazo, que es consecuencia del periodo recesivo actual y que no permite visualizar una pronta recuperación. Por su lado, la tendencia negativa de las importaciones de bienes de capital es un reflejo de la caída de la inversión privada, que compromete el crecimiento del PBI potencial y por tanto del crecimiento de mediano y largo plazo.

Por su lado la tendencia creciente de los bienes de consumo refleja la sesgada distribución del ingreso en el país. La inflación y la recesión económica vienen impactando más a los segmentos  de menos ingresos de la población, que contribuye  a los crecientes niveles de pobreza e informalidad.

¿Qué se espera del nuevo ministro? A diferencia de su antecesor, debería abocarse a una reducción significativa de los gastos corrientes del gobierno para permitir espacio fiscal para la inversión en infraestructura. Mejorar la gestión gubernamental, especialmente a nivel de gobiernos locales, a fin de hacer más eficiente la ejecución presupuestal. Dar prioridad a una reforma tributaria integral que abarque el sistema de pensiones, salud, la reforma del canon y los impuestos directos e indirectos que posibilite la reducción de la informalidad y la generación de empleo formal.