Impacto de los Botaderos en el Medio Ambiente y la Salud

Según un estudio publicado este jueves en la reputada revista Science, las emisiones del gas metano que se originan en los rellenos sanitarios de los EUA son casi tres veces mayores que las estimadas oficialmente por La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

La EPA estima que los rellenos sanitarios son la tercera fuente más grande de emisiones de metano causadas por el hombre en los Estados Unidos, una cantidad equivalente a los gases de efecto invernadero emitidos por 23 millones de automóviles de gasolina. Solo las actividades agropecuarias y forestales seguidas por la producción, distribución y uso de derivados del petróleo superan a los rellenos sanitarios.

El estudio midió las emisiones de metano en aproximadamente el 20 por ciento de los 1.200 grandes rellenos sanitarios en funcionamiento en Estados Unidos y concluyó que los rellenos sanitarios son un importante causante del cambio climático. Para este estudio, los científicos recopilaron datos de sobrevuelos de aviones, utilizando una tecnología, llamada espectrometría de imágenes, diseñada para medir las concentraciones de metano en el aire. Entre 2018 y 2022, sobrevolaron 250 lugares en 18 estados, que representan alrededor del 20 por ciento de los rellenos sanitarios del país.

Hasta ahora las estimaciones de la EPA se han basado, en gran medida, en modelos informáticos, en lugar de mediciones directas. El nuevo estudio revela la existencia de una gran brecha entre las estimaciones oficiales y las mediciones reales reportadas por las mediciones directas.

En más de la mitad de los rellenos sanitarios estudiados, los investigadores detectaron columnas de metano considerables que a veces duraban meses o años. Eso sugería que habría fallas en el diseño de los rellenos sanitarios, que permitían una gran fuga de metano atrapado de capas de basura en descomposición enterrada durante mucho tiempo. Los desechos orgánicos, como los restos de comida, pueden emitir grandes cantidades de metano, cuando se descomponen en condiciones de falta de oxígeno, lo que ocurre en las profundidades de los rellenos sanitarios mal diseñados o utilizados. Los rellenos sanitarios eficientes están equipados con pozos y tuberías especializadas que recogen el gas metano para o utilizarlo para generar electricidad o calor, evitando su dispersión en la atmosfera.

El estudio señala que fuera de los EUA, el panorama puede ser peor, especialmente en países donde los rellenos sanitarios no están estrictamente regulados, mal diseñados o son simplemente botaderos (rellenos sanitarios que no cumplen con las especificaciones técnicas). Estudios similares han estimado que, a nivel mundial, el metano emitido en los rellenos sanitarios o botaderos representa casi el 20 por ciento de las emisiones de metano vinculadas al hombre.

El estudio concluye que la disposición final de los residuos sólidos (basura) va a ser una parte fundamental del objetivo de la sociedad de reducir drásticamente las emisiones de metano. No se cumplirán con los objetivos globales de reducción de metano simplemente reduciendo las emisiones provenientes del petróleo y gas.

En los últimos años satélites de detección de metano se han puesto en órbita para proporcionar una imagen más completa de la emisión de metano. El mes pasado, una organización sin fines de lucro, el Fondo de Defensa Ambiental, lanzó MethaneSat, un satélite dedicado a rastrear las emisiones de metano en todo el mundo.

¿Cuál es la situación de la emisión de metano en el Perú? El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) identificó solo 65 rellenos sanitarios y más de 1700 basurales (botaderos) a nivel nacional. En el caso de los rellenos sanitarios solo 2 recuperan el metano para generar electricidad y muchos de los restantes han perdido su calificación de rellenos sanitarios por falta de mantenimiento y operación deficiente. Es decir el número de botaderos en el Perú supera el número de rellenos en todo los EUA. Los botaderos, a diferencia de los rellenos sanitarios, son lugares no autorizados donde se arrojan los residuos sólidos sin ninguna medida, generando graves impactos en el ambiente, contaminando el aire, suelo y recursos hídricos y representan una amenaza latente para la salud de las poblaciones aledañas.

En el Gráfico 1 se presenta la evolución para el periodo 2000 – 2022 de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en el Perú según el Climate Analysis Indicator Tool (CAIT) del World Resources Institute (WRI). No se ha considerado las emisiones provenientes de actividades agropecuarias y forestales.

Observamos que la emisión de los GEI provenientes de la generación de electricidad presenta una tendencia decreciente debido a la sustitución de la generación a Diesel por gas natural y la utilización de paneles solares y energía eólica. La emisión de los GEI provenientes del transporte registró una contracción debido a la pandemia, pero se ha venido recuperando en los últimos años, aunque se espera que en los años próximos modere su crecimiento como consecuencia de la emergencia del uso de vehículos eléctricos.

Por su parte la emisión de los GEI provenientes de los residuos sólidos viene creciendo sostenidamente y ya se encuentra en niveles similares a los de la generación de electricidad. Sin embargo, el WRI utiliza para el cálculo de las emisiones una metodología similar a la utilizada por la EPA de los Estados Unidos. Si tomáramos en cuenta los resultados del estudio mencionado en los párrafos anteriores, los niveles de emisión de GEI por los residuos sólidos tendrían que multiplicarse por tres, es decir que los niveles de GEI atribuibles a los botaderos y rellenos sanitarios serian superiores a los atribuibles a todo el transporte.

Esta constatación pone en evidencia la situación critica del manejo y gestión de los residuos sólidos en el país. Han transcurrido más de 14 años desde la creación del MINAM y sus políticas en el área de la gestión de residuos sólidos municipales no han tenido un impacto favorable, ni en su gestión ni en una reducción en términos per cápita de la emisión de metano. Si bien se han efectuado campañas para incrementar el reciclaje en la fuente, éstas no han tenido impacto significativo, y millones de toneladas de basura se siguen apilando en botaderos, donde proliferan los “gallinazos sin plumas” y se gesta una crisis sanitaria y ambiental.

¿Por qué no se ha avanzado en la gestión de los residuos sólidos en el país? La principal razón es la inexistencia de una política nacional coherente que integre la participación del sector privado con la labor del sector público. Fuera de Lima, la gran mayoría de los municipios no tienen presupuesto adecuado. El servicio de recaudación de arbitrios es deficiente por la falta de catastros adecuados y como consecuencia, los municipios se ven obligados a utilizar recursos del Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN). La gestión de residuos sólidos se debería autofinanciar con los arbitrios que pagan los vecinos. Sin embargo, en provincias los arbitrios solo cubren el 30% de los costos y en Lima, en los conos y distritos menos afluentes, llegan al 60%.

El MINAM se ha dedicado a fiscalizar los pocos rellenos sanitarios en manos del sector privado que utilizan el gas metano para producir electricidad, imponiéndoles millonarias multas, mientras que pasan por alto flagrantes violaciones de los rellenos sanitarios en manos de los gobiernos locales.

Al priorizar la administración directa de los rellenos sanitarios por parte de los municipios, excluyendo al sector privado de la gestión de estos, se han generado altos niveles de ineficiencia que han causado, en el interior del país, una crisis de grandes proporciones. La ineficiencia es tal, que algunos rellenos sanitarios implementados por el gobierno central en los últimos años fuera de Lima se han vuelto a convertir en botaderos, debido a la mala gestión de los gobiernos locales.