Tras toda la controversia surgida por la inesperada postergación de la publicación de los datos de pobreza de 2023, finalmente hoy sabemos que en el último año casi 600 mil peruanos cayeron en pobreza, lo que hace que desde el inicio de la pandemia se acumulen más de 3 millones de peruanos que no cubren el costo de la canasta básica de consumo. Un aumento de la pobreza en una población de 33 millones de habitantes tiene profundas implicancias tanto para el crecimiento económico como para la política económica del gobierno. A continuación, MAXIMIXE explora cómo este cambio podría afectar en varios aspectos:
- Pobreza 2023 Supera con Creces Promedio Mundial: Según algunos estimados, la tasa de pobreza mundial es del 18% y en América Latina países como Chile (6,5%), Colombia (12,1%), Uruguay (10,1%), Paraguay (22,7%), Ecuador (27%) y Brasil (27,5%), cuentan con tasas de pobreza menores que la de Perú. Mientras que la nacional está por detrás de Bolivia (36%), México (37,8%), Argentina (41,7%) y Venezuela (50%).
- No Pobres Vulnerables Alcanzaron Mínimo Histórico: Antes de la pandemia los no pobres vulnerables alcanzaban el 34% de la población, tras cuatro años y considerando el grave entorno recesivo, sorprende que se posicionen en 31%, la menor tasa desde que se tiene historia con cálculos de pobreza monetaria.
- Posible Impacto en el Consumo: Un aumento en la pobreza generalmente conduce a una reducción en el consumo, especialmente en bienes y servicios no esenciales, debido a la disminución del poder adquisitivo de una porción significativa de la población. Esto puede llevar a una disminución de la demanda agregada potencial, lo que a su vez puede desacelerar el crecimiento económico en el mediano y largo plazo.
- Reducción de la Inversión: La incertidumbre económica y la reducción del consumo pueden desalentar la inversión por parte de las empresas. Menos inversión puede resultar en menor crecimiento de la productividad y la innovación, lo que debilita el crecimiento económico a largo plazo.
- Aumento de la Desigualdad: Un aumento en la pobreza puede exacerbar la desigualdad económica, lo que puede llevar a problemas sociales y políticos. Las disparidades ampliadas pueden afectar negativamente la cohesión social y la estabilidad política, lo que es crucial para un ambiente económico estable.
- Presión sobre los Servicios Públicos: Un incremento en la pobreza pone presión adicional en los servicios públicos como salud, educación y asistencia social. Esto puede llevar a una sobrecarga de estos servicios, reduciendo su calidad y eficiencia, y aumentando los costos para el gobierno.
- Respuestas de Política Económica: El gobierno puede sentirse obligado a aumentar el gasto en programas sociales para abordar el aumento de la pobreza, lo que podría tener implicaciones fiscales. Esto puede incluir incrementos en transferencias directas, subsidios, y otros gastos sociales que, aunque necesarios, pueden llevar a desafíos en términos de sostenibilidad fiscal si no están bien gestionados.
- Cambios en Política Fiscal y Monetaria: El gobierno podría necesitar ajustar su política fiscal y monetaria para estimular el crecimiento económico y abordar las cuestiones de desigualdad y pobreza. Esto podría incluir la reducción de impuestos para los más pobres, incentivos para la creación de empleos, y políticas monetarias que fomenten más crédito y consumo.
- Retos para el Planeamiento de Largo Plazo: Aumentos en la pobreza pueden cambiar las prioridades a largo plazo del gobierno, poniendo un énfasis mayor en la estabilidad social y menos en proyectos de desarrollo a largo plazo que podrían tener un retorno más lento pero sostenible.