EEUU: actividad fabril se mantuvo a la baja en agosto

El sector manufacturero de EEUU ha estado experimentando un descenso continuo en su rendimiento durante 2024. El Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) es una medida clave utilizada para evaluar la salud económica del sector manufacturero. Durante agosto de 2024, el PMI manufacturero del S&P Global fue revisado a la baja, señalando el deterioro más pronunciado en la actividad manufacturera en lo que va del año. Este ajuste se produce en un contexto de demanda decreciente, debilidad en las ventas y un entorno económico desafiante para los fabricantes.

  • Revisión del PMI a 47,9: El índice PMI manufacturero de EEUU se revisó a la baja de 48 a 47,9 en agosto de 2024, lo que indica una contracción en el sector. Un índice por debajo de 50 señala una disminución en la actividad económica del sector manufacturero, reflejando el entorno difícil que enfrentan los productores. Esta cifra muestra la disminución más aguda en lo que va del año.
  • Caída en la producción: La producción manufacturera disminuyó por primera vez en siete meses, debido a la debilidad persistente de la demanda. Este retroceso ha impactado directamente en la capacidad de las empresas para mantener sus niveles de actividad, con muchos fabricantes enfrentando una reducción en los nuevos pedidos.
  • Reducción de empleo: El sector manufacturero también reportó una disminución del empleo en agosto, impulsada por la capacidad excedente y la falta de demanda sostenida. Esto señala un ajuste en la fuerza laboral debido a la menor producción, generando preocupaciones sobre el impacto en el mercado laboral en general.
  • Acortamiento de los plazos de entrega: A medida que la demanda de insumos disminuyó, los tiempos de entrega de los proveedores mejoraron por primera vez en tres meses. Esta mejora refleja una menor presión sobre las cadenas de suministro, pero también subraya la caída de la demanda industrial.
  • Aumento de costos e inflación: A pesar de la desaceleración en la actividad manufacturera, el costo de los insumos se incrementó a un ritmo que no se veía desde hacía 16 meses. Este aumento de la inflación de costos se trasladó a los precios finales de los productos, lo que agravó las preocupaciones sobre los márgenes de ganancia de las empresas y la capacidad de los consumidores para absorber estos incrementos.
  • Confianza moderada en el futuro: A pesar del entorno desafiante, las empresas manufactureras mantienen cierto optimismo en cuanto a la recuperación futura de la producción, aunque la confianza se ha enfriado ligeramente. Los esfuerzos de ventas y marketing, junto con la esperanza de que la demanda se estabilice después de las elecciones presidenciales de 2024, sustentan esta perspectiva.

  • Impacto en la economía global: La contracción del sector manufacturero en EEUU tiene implicaciones más amplias para la economía global. La desaceleración en la producción puede afectar las exportaciones, así como las cadenas de suministro internacionales, que dependen en gran medida de los productos fabricados en EEUU. A medida que los costos de los insumos aumentan, las empresas pueden verse obligadas a trasladar estos costos a los consumidores, contribuyendo a la inflación global.
  • Tendencias históricas en el PMI: El índice PMI de EEUU ha mostrado fluctuaciones significativas a lo largo de los últimos años, influido por factores como la pandemia de COVID-19, las tensiones comerciales y las disrupciones en la cadena de suministro. Sin embargo, el descenso actual representa uno de los periodos más prolongados de contracción desde la crisis financiera de 2008, lo que genera inquietudes sobre una posible recesión en el sector industrial.
  • Comparativa con otros mercados: En comparación con otras economías avanzadas, como las de la Zona Euro y China, el PMI manufacturero de EEUU está en línea con una tendencia global de contracción, a medida que las economías luchan con la incertidumbre económica, la alta inflación y el enfriamiento de la demanda global. Sin embargo, algunas economías, como la de Alemania, han experimentado un deterioro más profundo en su sector manufacturero.

  • Posible ralentización económica: La caída continua en el PMI manufacturero podría ser una señal de una desaceleración más amplia en la economía de EEUU. Dado el peso del sector manufacturero en el PIB del país, una contracción prolongada podría llevar a una reducción del crecimiento económico general, afectando tanto a los trabajadores como a las empresas.
  • Impacto en la política monetaria: La Reserva Federal de EEUU (Fed) podría enfrentar un dilema si el sector manufacturero sigue mostrando signos de debilidad mientras la inflación de costos continúa aumentando. La Fed podría verse obligada a equilibrar su política de tipos de interés para controlar la inflación, al mismo tiempo que apoya el crecimiento económico en un sector clave como el manufacturero.
  • Potencial de reactivación después de las elecciones: Algunas empresas esperan que la demanda y la confianza de los consumidores mejoren tras las elecciones presidenciales de 2024. Este optimismo sugiere que el resultado electoral podría desempeñar un papel importante en el futuro del sector manufacturero, influyendo en las políticas económicas y comerciales del próximo gobierno.

  • ¿Cómo influirá la política fiscal en la recuperación del sector?: ¿Qué medidas tomará el gobierno de EEUU, especialmente tras las elecciones presidenciales, para estimular el sector manufacturero y frenar el deterioro actual?
  • ¿Podrá el sector manufacturero adaptarse a la inflación de costos?: Con el aumento de los precios de los insumos, ¿cómo podrán las empresas manejar estos incrementos sin afectar su rentabilidad ni perder competitividad en el mercado global?
  • ¿Cómo impactarán las tensiones comerciales en el PMI manufacturero?: Dada la continua incertidumbre en las relaciones comerciales entre EEUU y otras grandes economías, como China, ¿se agravará la contracción del sector o surgirán oportunidades para diversificar mercados y fuentes de insumos?