EEUU: tasa de inflación alcanzó mínimo desde febrero de 2021

La tasa de inflación anual en EEUU ha mostrado una tendencia a la baja durante cinco meses consecutivos, llegando a un 2,5% en agosto de 2024, la cifra más baja desde febrero de 2021. Este descenso estuvo acompañado por una caída en los precios de la energía, especialmente en productos como la gasolina y el fueloil, superando las expectativas del mercado. La desaceleración inflacionaria se da en un contexto en el que los costos de transporte y alimentos también se moderan, mientras que la inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como alimentos y energía, se mantiene en niveles relativamente bajos.

  • Reducción de los precios de la energía: Los costos de la energía cayeron un 4% en agosto, en contraste con la disminución más leve del 1,1% en julio. Esta caída estuvo impulsada principalmente por la gasolina, que descendió un 10,3%, y el fueloil, que registró una reducción del 12,1%. Estos productos energéticos han sido clave en la reducción general de la inflación.
  • Moderación en los alimentos y transporte: La inflación en los alimentos disminuyó ligeramente, alcanzando un 2,1%, mientras que el sector de transporte mostró una moderación en su tasa de inflación, bajando al 7,9%. Estas caídas son significativas ya que estos dos sectores representan una porción importante del gasto de los hogares en EEUU, ayudando a contener las presiones inflacionarias generales.
  • Caída en los precios de vehículos: Los precios de los vehículos nuevos cayeron un 1,2%, mientras que los coches y camiones usados registraron una disminución más pronunciada del 10,4%. Esta tendencia sigue un patrón de meses anteriores, donde el sector automotriz ha visto una corrección significativa de los precios, que habían aumentado considerablemente durante la pandemia.
  • Aumento en el sector de vivienda e indumentaria: Aunque la inflación general mostró signos de desaceleración, los precios de la vivienda aumentaron un 5,2%, siendo el principal impulsor del incremento mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que subió un 0,2%. El sector de la indumentaria también registró un ligero aumento, del 0,3%.

  • Inflación subyacente estable, pero con riesgo de aumento: La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo en un 3,2%, su nivel más bajo en más de tres años. Sin embargo, la inflación mensual subyacente mostró una ligera subida al 0,3% desde el 0,2%, lo que refleja presiones persistentes en algunos sectores de la economía.
  • Impacto en la política monetaria: La Reserva Federal (Fed) ha monitoreado de cerca la inflación, ajustando las tasas de interés para combatir el alza de precios en los últimos años. Si bien la desaceleración de la inflación general es una señal positiva, el ligero repunte en la inflación subyacente podría llevar a la Fed a mantener una postura cautelosa en cuanto a futuras reducciones de las tasas de interés.
  • Comparación histórica: El 2,5% de inflación anual en agosto marca el nivel más bajo desde febrero de 2021, cuando la economía comenzaba a recuperarse de los efectos de la pandemia de COVID-19. Durante ese tiempo, las políticas expansivas, como los estímulos fiscales y la relajación de la política monetaria, impulsaron un aumento significativo de la inflación, que alcanzó picos cercanos al 9% en 2022.

  • Presión sobre los mercados de consumo: La caída en los precios de energía y transporte alivia la carga sobre los consumidores, lo que podría incentivar un mayor gasto en otros sectores. Sin embargo, el aumento en los costos de vivienda podría contrarrestar parte de estos beneficios, especialmente para los hogares de menores ingresos que destinan una proporción mayor de su renta a los costos de alquiler y compra de vivienda.
  • Potencial estabilización económica: Si la inflación se mantiene controlada y cerca de los niveles objetivo del 2%, es posible que la Fed se sienta más cómoda reduciendo gradualmente las tasas de interés en el mediano plazo, favoreciendo una reactivación económica más sólida sin el riesgo de sobrecalentamiento.
  • Riesgo de un repunte en la inflación subyacente: A pesar de la desaceleración en la inflación general, el incremento en la inflación subyacente podría generar preocupaciones sobre un resurgimiento de las presiones inflacionarias en sectores como la vivienda y servicios. Si este fenómeno persiste, la Fed podría verse obligada a reevaluar su postura de política monetaria y considerar aumentos adicionales en las tasas de interés.

  • ¿Cómo afectará la ligera subida en la inflación subyacente a las decisiones de la Fed respecto a las tasas de interés?: Dado el aumento en la inflación subyacente mensual, ¿podría la Fed retrasar o revertir su postura hacia una reducción de tasas de interés en 2024?
  • ¿Qué impacto a largo plazo tendrá la caída en los precios de energía en el mercado laboral y los sectores energéticos?: La caída sostenida en los precios de la energía puede aliviar la inflación en el corto plazo, pero ¿cómo afectará a las inversiones y empleos en sectores dependientes del petróleo y gas?
  • ¿Cómo planean las autoridades abordar el aumento persistente en los costos de vivienda?: Con el costo de la vivienda siendo un factor clave en la inflación, ¿qué medidas se están considerando para aliviar la presión en este sector y garantizar un acceso más asequible para los ciudadanos?