A pesar de la reciente incertidumbre, la economía global parece bastante resistente, al menos eso es lo que los inversores en metales están señalando tras el incremento del precio del cobre en los mercados.
En el curso de cerca de cuatro semanas, el Gran Britania votó por salir de la Unión Europea (Brexit), hubo un golpe fallido en Turquía y Donald Trump agitó al “establishment” del Partido Republicano al convertirse en su candidato presidencial nominado.
En vez de tomar estos acontecimientos como signos alarmantes, los fondos de cobertura se están metiendo en el mundo del cobre, que depende del incremento. Los fondos y otros gestores de dinero triplicaron sus apuestas a avances del precio del metal en la última semana.
China es quien alienta esta perspectiva optimista, ya que es el mayor consumidor de metales del mundo. Las importaciones de cobre del país en el primer semestre alcanzaron un récord histórico, de acuerdo a datos aduaneros la semana pasada.
En la China los bienes raíces crecieron más rápido que la economía en general en el segundo trimestre. La construcción representa cerca de 30% de la demanda global de cobre.
Asimismo, los especuladores aumentaron sus posiciones netas largas en cobre a 18.284 futuros y opciones de Estados Unidos en la semana de 19 de julio, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas.
La cifra representa un crecimiento respecto de los 4.868 de una semana antras y es la más alta desde el 29 de marzo. Los futuros negociados en la bolsa Comex de Nueva York se dispararon 3, 5% este año a US$2, 21 la libra (0, 454 kg) el lunes a las 10:25 hrs.
La producción de cobre refinado será menor al consumo en 80.000 toneladas el próximo año, y esa pérdida se ampliará a 92.000 toneladas un año más tarde, antes de lograr 124.000 toneladas en 2019.