La tasa de inflación mensual de Argentina en mayo de 2023 fue del 7,8%, superando la tasa del 8,4% registrada en abril, pero quedando por debajo de las expectativas de mercado que apuntaban a un 8,9%. Este es el primer indicio de desaceleración en la inflación desde octubre de 2022, destacando una disminución en la velocidad de incremento de precios.
En particular, la desaceleración de la inflación se observó en categorías como alimentos y bebidas no alcohólicas, donde los precios aumentaron un 5,8% en comparación con el 10,1% en abril. Además, el costo de vestuario y calzado aumentó un 7,6%, en comparación con el 10,8% del mes anterior, y los precios en restaurantes y hoteles aumentaron un 9,3%, ligeramente por debajo del 9,9% de abril.
Sin embargo, hubo ciertas áreas donde los precios crecieron a un ritmo más rápido. Esto incluyó la vivienda y los servicios públicos, que aumentaron un 11,9% en comparación con el 5,6% del mes anterior. El transporte también vio un aumento más rápido de los precios, con una tasa del 8,1% en comparación con el 6,5% en abril. Las bebidas alcohólicas y el tabaco también experimentaron un aumento de precios más rápido, con una tasa del 8,4% frente al 3,8% de abril.
A pesar de la desaceleración en la tasa de inflación mensual, la inflación interanual de Argentina se disparó hasta el 114,2%, marcando el nivel más alto desde 1991. Esto representa un aumento significativo con respecto al mes anterior, cuando la tasa de inflación interanual fue del 108,8%. A pesar de las señales de desaceleración en la inflación mensual, la economía argentina aún enfrenta desafíos significativos debido a la alta inflación interanual.