El Banco Popular de China (PBoC) ha decidido mantener las tasas de interés sin cambios en su última fijación de septiembre. Esta decisión se produce después de que el banco implementara medidas de flexibilización en los meses anteriores, incluido un recorte en las tasas de interés en agosto y una reducción en el coeficiente de reservas obligatorias para los bancos. La medida busca evaluar el impacto de las políticas anteriores en un contexto económico que ha mostrado signos de mejora pero que sigue siendo incierto.
La tasa preferencial de préstamos a un año (LPR), que es una métrica clave para los préstamos corporativos y domésticos, se mantuvo en un mínimo histórico del 3,45%. Además, la tasa a cinco años, que es la referencia para las hipotecas, se mantuvo en el 4,2% por tercer mes consecutivo. Estas decisiones están en línea con las expectativas del mercado y siguen a la decisión del banco central de mantener su tasa de política a mediano plazo sin cambios la semana pasada. En el frente económico, China ha mostrado signos de mejora, especialmente en la producción industrial y las ventas minoristas, y ha salido de la deflación en la que se encontraba a principios de año.
A pesar de las señales positivas en la economía, como la mejora en las condiciones inflacionarias, el panorama general sigue siendo incierto. China enfrenta desafíos como la débil demanda extranjera y una crisis inmobiliaria en curso que podrían afectar la estabilidad económica. La decisión del PBoC de mantener las tasas de interés estables refleja una postura cautelosa, ya que el banco busca equilibrar la necesidad de estimular la economía con el riesgo de alimentar burbujas de activos o aumentar el endeudamiento.