El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propondrá que en el curso de los próximos cinco años se grave con US$ 10 cada barril de petróleo para financiar inversiones en transportes limpios, anunció la Casa Blanca.
Esta propuesta, que se incluirá en el presupuesto del 2017 que el gobierno estadounidense presentará la semana próxima, no tiene prácticamente ninguna posibilidad de ser aprobada por el Congreso, cuyas dos cámaras están controladas por los republicanos, quienes se oponen ferozmente a cualquier ley contra el cambio climático.
Este canon sobre el barril, que sería abonado por los grupos petroleros, permitiría estimular la innovación en tecnologías verdes y transformar el sistema de transporte en las próximas décadas, señala la Casa Blanca, que recordó que el sector de los transportes representa el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos. Este impuesto permitiría además ofrecer un estímulo claro a la innovación en el sector privado para reducir nuestra dependencia del petróleo, agrega el Ejecutivo estadounidense.