BCRP: Demanda interna creció 1, 9%, el ritmo más débil en casi dos años.

Desde el año pasado la economía peruana ha comenzado a mostrar un comportamiento dual, con una actividad creciendo gracias a la minería, pero con una demanda interna no solo débil, sino enfriándose cada vez más.

De acuerdo con las últimas cifras del Banco Central de Reserva (BCRP), la demanda interna en el primer trimestre creció solamente 1, 9%, su ritmo más débil en casi dos años. En el segundo trimestre del 2014, la variable creció 1, 3%.

Estos datos confirman una debilidad totalmente disociada del importante dinamismo que exhiben los sectores primarios

La debilidad de la demanda interna radica, básicamente, en la variable que hasta el 2013 era el gran motor de crecimiento. La inversión privada retrocedió 4, 7% y sumó una racha preocupante: lleva 27 meses consecutivos de contracción; lo cual no solo afecta la dinámica actual, sino que significa menos acumulación de capital.

Afortunadamente, este mal resultado estuvo compensado por el consumo privado, que mostró una aceleración durante el verano y terminó con una expansión de 3, 6%. El dato es importante porque es el mejor registro de los últimos cinco trimestres y, además, esta variable explica 65, 7% del total del PBI nacional.

No obstante esta buena noticia, ver el gasto privado de manera agregada, resalta lo que es quizá el indicador más alarmante.

El gasto privado total se contrajo 0, 3% en el primer trimestre, lo que representa su peor resultado en casi seis años y medio. La última vez que hubo un dato así de malo fue el cuarto trimestre del año 2009, donde hubo una caída de 6, 6%. Es importante hacer énfasis en que, entre enero y marzo, se acumularon inventarios (en términos nominales) por un total de S/ 1.954 millones, es decir, 1, 3% del PBI. Esto muestra que hay producción que no ha sido vendida y podría afectar el dinamismo del PBI no primario en los trimestres que vienen.

Por otro lado, mientras la actividad en el sector privado luce deprimida, el sector público parece haber despertado de su letargo y ha comenzado a hacer política más expansiva. La evidencia más importante de ello es que la inversión pública se expandió 32, 4% durante el verano; un dinamismo no visto desde el año 2008. Ese dato es clave para la dinámica del PBI. La actividad creció 4, 4% en el primer trimestre y, de ese número, 0, 5 puntos se dieron gracias a la inversión pública. Ello es el primer aporte positivo del Gobierno al PBI en siete trimestres.

Finalmente, es importante notar que el consumo público (es decir, el gasto corriente), creció 11, 3% en el verano. Entre consumo e inversión del fisco, se acumula 16, 6% del producto.