Hace pocos días la Universidad de Piura organizó un encuentro dedicado al impulso de la biotecnología en la región. Un cónclave de academia y empresas que trabajan ciencia y desarrollo tecnológico, locales y foráneas, con énfasis en biotecnología, permitió apreciar los campos en que estos conocimientos son, cada vez más, pan de cada día.
El objetivo del Encuentro Biotech Norte 2023 fue fortalecer las redes de contacto mediante la generación de debate y transferencia de conocimientos para estimular a empresas agrícolas, pesqueras y acuícolas hacia soluciones con base biotecnológica. El evento incluyó una feria o exhibición de empresas, así como laboratorios y centros de investigación en biotecnología. Asimismo, conferencias y experiencias nacionales y extranjeras y el desarrollo del tema ’Biotecnología, una gran herramienta para la competitividad’.
La biotecnología es tan longeva como las bebidas fermentadas (vino y cerveza) y los quesos madurados, pero nuevos avances se complementan con las más novedosas tecnologías de punta en nanotecnología, bioquímica y computación. La biotecnología busca mejorar la producción y calidad de una diversidad de productos haciendo uso y complementando a disciplinas como botánica, fisiología vegetal y anatomía. Aporta interactuando con ciencias afines a una mejor calidad de vida en alimentación, farmacia, salud, agricultura y el uso sostenible de la biodiversidad.
De igual manera como aceptamos la idoneidad de un yogurt a pesar de las bacterias que pudiera contener, reconocemos que el conocimiento biotecnológico que respalda su elaboración es garantía para nuestros sistemas digestivos. Igualmente, hoy aceptamos las medicinas elaboradas con base a metodologías biotecnológicas e igualmente valoramos el veredicto de exámenes diagnósticos hechos mediante técnicas de biología molecular de alta precisión.
Un referente, el CIATEJ en Yucatán, México
El CIATEJ [1] pertenece a la Coordinación de Medio Ambiente, Salud y Alimentación del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conahcyt [2], afín al ente rector de la ciencia, tecnología e innovación tecnológica en Perú (Concytec). El CIATEJ es una entidad pública con 47 años de operaciones, comenzó en Guadalajara, Jalisco, con un alto enfoque a las industrias de alimentos y calzado, claves para el desarrollo de aquel estado. Hoy tiene sedes también en Apodaca, Nuevo León y Mérida, Yucatán.
El CIATEJ es un ‘hub’ innovador que cuenta con mirada social pues hace investigación para la sociedad, algo que muchas veces pasa desapercibido. Los problemas traen consigo oportunidades como la lucha contra la contaminación, el cambio climático, las enfermedades y pandemias y otros daños a la salud pública, causados por una alimentación poco saludable, las trazas de plaguicidas en alimentos, los efectos de la destrucción de bosques, y las enfermedades y plagas que amenazan la seguridad alimentaria de los países. Hoy la biotecnología trabaja el mejoramiento genético y apoya la preservación del patrimonio biocultural de los territorios.
En México la ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación coordinan estrategias para ir hasta la satisfacción de desafíos sociales en campos como energía y agricultura entre otros retos contemporáneos. El CIATEJ trabaja formando parte en redes de investigación e innovación para el desarrollo sostenible de la sociedad.
Una representante del CIATEJ de Yucatán, la Dra. Neith Pacheco López, tuvo a su cargo la presentación del notable trabajo de su institución. La investigadora refirió que el CIATEJ se encuentra ubicado en el Parque Científico y Tecnológico de Yucatán (PCTY), un clúster donde se ubican varias entidades especializadas y centros tecnológicos de empresas, conformando un conjunto de intereses y conocimientos en alimentación, farmacéutica, vida marina y servicios analíticos.
Se destaca que el CIATEJ trabaja en la investigación de componentes bioactivos, alimentos funcionales, y la llamada cosmocéutica (cosmética y farmacéutica). Y siendo esa zona sur de México muy abundante en productos tropicales hay una especialización en los mismos. De paso, el CIATEJ de Yucatán posee la planta piloto más grande de la región, a partir de la cual muchos proyectos pueden poner en la línea de producción sus prototipos, midiendo resultados antes de lanzarlos al mercado.
Las principales áreas de investigación incluyen residuos de la agroindustria, de la producción forestal, pesca y acuicultura, fertilizantes y bioles, otros metabolitos secundarios y economía circular. Asimismo, en bioplásticos (a partir de desechos de crustáceos), restos de semillas (se usan nano partículas, polifenoles, matrices encapsulantes y bioremediación, entre otras tecnologías).
Uno de los primeros proyectos del CIATEJ fue la obtención de un licor de miel de abejas, encargo de una empresa que quería diversificar su negocio y abrir una línea de exportación. Gracias a la capacidad de sus profesionales y el trabajo coordinado con los técnicos de la empresa, se comenzó a exportar con mucho éxito el producto desarrollado gracias a la biotecnología. Así como este proyecto se atienden 40 proyectos similares al año e igual número de servicios analíticos, una importante demanda de empresas y emprendedores preocupados en ser más eficientes y competitivos.
Una salsa de chile habanero, uno de los ajíes más sabrosos y picantes de México, también se mejoró en este centro, y logró sonada aceptación comercial. El emprendedor buscaba aumentar el tiempo de vida en anaquel del producto y evitar su deterioro. Aquí viene el paralelismo con Piura, el norte y el Perú entero, en donde urge una agenda de innovación y conservación de productos regionales que conforman el patrimonio agroalimentario.
Otros proyectos destacados son el desarrollo de unas galletas con poca grasa y enriquecidas con probióticos, unas barras de cereales con ingredientes antioxidantes nanoencapsulados, la producción de capsaicinoides como metabolitos secundarios del chile (ají) habanero, la elaboración de capsaicina (agente del picor en los ajíes) como ingrediente de pintura para barcos; y, chile habanero en polvo como saborizante.
Asimismo, CIATEJ Mérida ha trabajado jarabes de estevia para retirarle notas amargas que reducen su atractivo para el consumidor. Y para la famosa gastronomía de Yucatán, se trabajó su ‘cochinita pibil’, un guiso de carne de cerdo (deshilachada), marinada en achiote, jugo de naranja agria, chile habanero, envuelta en hojas de plátano y cocinada al horno. El CIATEJ investigó la conservación y envasado ‘listo para comerse’ de este plato de la cocina tradicional de esa nación hermana.
La biotecnología es muy útil para productos con grandes cosechas excedentarias como el chile habanero en esa parte de México. En Piura, Lambayeque y Tumbes algo equivalente se investigaría para el limón (por ejemplo, desarrollar un producto de precio asequible para la temporada de precios altos). Similar desafío lo presenta el mango, que concentra el mayor porcentaje de cosecha en cierto periodo del año. Para ello es necesario diseñar nuevas presentaciones procesadas para aumentar su vida útil (transporte a destino), tiempo de vigencia en anaquel (comercio) e investigar para posicionar sus derivados como nuevos aditivos funcionales a partir de diversos tratamientos industriales.
A ellos se agrega el desarrollo de una presentación de frijoles envasada al vacío con tecnología ‘standing pouch’, que tiene hasta la fecha éxito comercial. En procesamiento de pescado, se trabajaron las postas (rodajas) y filetes de tilapia. Para el caso piurano, primer productor de caprinos del país, se echa de menos que no se cuente con tecnología para procesar y empacar cabritos listos para el consumo, jamón de pierna de Ayabaca y para madurar quesos de Huancabamba.
Hay que resaltar que tanto para los servicios de investigación y los servicios analíticos que ofrece CIATEJ existe el ‘Laboratorio Solidario’, que incluye costos y tarifas preferenciales para los proyectos e ideas de productos de los agricultores, procesadores rurales y sus organizaciones. De este modo, se constata la orientación del CIATEJ al desarrollo de la sociedad y la lucha contra el rezago que profesa esta entidad.
Todo el esfuerzo es multidisciplinario ya que no solo es trabajo de científicos y tecnólogos, también participan especialistas en gestión de proyectos, costos, logística, diseño e innovación, entre otros expertos, conformando un trabajo de ciencia que resuelve problemas de la sociedad.
No debe quedar duda que el camino al desarrollo pasa por mejorar la competitividad de las actividades productivas de los territorios. La ciencia, la tecnología y la innovación son el camino, no hay otra salida al estancamiento y al rezago de la producción. Y como se ha dicho varias veces desde este blog, manos a la obra.
[1] CIATEJ, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C.
[2] CONAHCYT, Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología.