Las ventas minoristas en Brasil cayeron un 1% en mayo respecto al mes anterior, la primera contracción desde diciembre 2022 y sorprendiendo las expectativas de estancamiento. Esto fortaleció las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte del banco central en próximas reuniones. Las ventas cayeron en sectores como tiendas de ropa, supermercados, muebles y electrónica.
Este resultado negativo se da en un contexto de desaceleración de la economía brasileña, con un crecimiento del PBI de sólo 1% en 2022. La inflación aún elevada, tasas de interés en niveles altos y el lento crecimiento global están pesando en el consumo interno. Por otro lado, el mercado laboral se mantiene resiliente y el real se ha apreciado frente al dólar en 2022.
En respuesta, el banco central de Brasil ha insinuado que podría comenzar a reducir las tasas de interés para impulsar el crecimiento, luego de un ciclo prolongado de subidas. La caída inesperada de las ventas minoristas refuerza la visión de que la economía necesita un mayor estímulo monetario. Mantener el consumo será clave para apuntalar la recuperación brasileña en 2023.