La venta de la participación del gobierno británico en Royal Bank of Scotland Group Plc se retrasó en, al menos, dos años tras la votación del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, según su máximo responsable ejecutivo, Ross McEwan.
“Seamos sinceros: esto representará un revés. Creo que nos veremos retrasados en, por lo menos, un par de años por esta causa. Están viendo una desaceleración. Predecimos que el crecimiento del PIB caerá este año”, dijo McEwan.
Una recesión económica inducida por el Brexit es el último dolor de cabeza para el ministro de Hacienda, George Osborne, quien planeó recaudar cerca de 25.000 millones de libras esterlinas (US$33.000 millones) deshaciéndose de la participación del Reino Unido en RBS hacia el 2020. El banco se ha visto obstaculizado por miles de millones de libras en costos por conducta indebida, un retraso en la escisión de su división Williams & Glyn y un desplome en el precio de las acciones. El Reino Unido posee cerca de un 72 por ciento de la entidad prestamista, que ha reportado pérdidas cada año tras recibir un rescate financiero subvencionado por los contribuyentes de 45.500 millones de libras durante la crisis bancaria del 2008.
El RBS repuntó un 1, 3% a 172 peniques en la Bolsa de Londres, recortando su repliegue de este año a un 43%. El banco está cotizando a menos de la mitad del precio de equilibrio por acción de 407 peniques establecido por el gobierno.
McEwan dijo que sus economistas estiman una caída del crecimiento del PIB a 1, 6% este año, frente a una estimación previa de 2%, que disminuirá a un 0, 8% en el 2017. Aunque McEwan no ha predicho una recesión, “hasta que tengamos una mayor certidumbre en la economía, la gente suspenderá las inversiones”, dijo.
“Hemos sido apaleados por las bajas tasas de interés durante mucho tiempo, por tal motivo, los inversores dicen que ‘sus retornos no serán tan buenos’”, dijo McEwan. “Este banco producirá un muy buen retorno a medida que nos acerquemos al 2018, nos levantaremos por sobre un 12 por ciento de retorno sobre el capital, aunque ahora tengamos mayor capital”.
McEwan dijo que le da una “bienvenida” a la propuesta del gobierno para reducir la tasa corporativa de impuestos a un 15 por ciento para mitigar el impacto económico del Brexit, después de que la libra perdió un 11 por ciento de su valor desde el referéndum y que otros países de la UE buscaron atraer negocios del Reino Unido.
“Uno de los factores clave para mí es mantener los derechos de pasaporte”, dijo McEwan, refiriéndose al acuerdo que les permite a las compañías con sede en Londres realizar negocios sin restricciones en todo el mercado común de la UE. “Si no obtenemos los derechos de pasaporte, será inevitable la desaparición de algunos puestos de trabajo, pero desde nuestra perspectiva solo serán algunas decenas” porque el banco está enfocado en el Reino Unido e Irlanda, dijo.
JPMorgan Chase & Co. anunció que deberá reubicar hasta 4.000 puestos de trabajo desde el Reino Unido después del Brexit, en tanto HSBC Holdings Plc podría transferir hasta 1000 banqueros de inversiones a París tras la decisión.