CEPAL alienta cooperación económica entre China y América Latina

La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, alentó a los países de la región y a China a cooperar en áreas clave como la infraestructura, la energía y, en especial, la agricultura, por el potencial latinoamericano.

Alicia Bárcena, participó en el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos, en la sesión titulada China’s Pivot to World Markets (El pivote de China hacia los mercados mundiales). Donde detalló que China ha delineado una estrategia de vinculación con la región basada en el comercio, las inversiones, el financiamiento y la cooperación, con seis áreas prioritarias: infraestructura, transporte, energía y recursos naturales, industria, ciencia y tecnología y agricultura. En este último sector, China, con 1.300 millones de habitantes y solo 7% de tierra cultivable y 6% de recursos hídricos, representa «un mercado con gran potencial para América Latina», subrayó.

En este sentido, remarcó que desde esta región, a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), se han dado pasos para construir una relación comercial estratégica con China. Además dijo que el comercio de bienes entre América Latina y el Caribe y China se multiplicó 23 veces entre 2000 y 2013, aunque posteriormente registró dos años consecutivos de caídas. Pese a ello, China desplazó en 2014 a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región, sólo superado por Estados Unidos. Sin embargo, la canasta exportadora se concentra en cinco productos que representaron en conjunto el 69% del valor de los envíos de la región al país asiático en 2015.

Por otra lado, en el campo de las inversiones, resaltó el salto cuantitativo que el país asiático experimentó en 2010, cuando solo en ese año la inversión extranjera directa (IED) china estimada en América Latina y el Caribe ascendió a US$ 14.000 millones, el doble de lo acumulado en las dos décadas previas (2009-1990). Como ejemplo, indicó que en Ecuador esos flujos están destinados a empresas de desarrollo tecnológico, mientras que en otros países, como Perú y Chile, están más vinculados a las industrias extractivas.