Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) exhortó a los países de la región a crear un plan de acción y estrategia, con el objetivo de combatir el uso de los paraísos fiscales que evaden la recaudación tributaria de los gobiernos nacionales.
“(Se debe) crear una estrategia regional para combatir el uso de paraísos fiscales mediante una lista negra regional, con sanciones automáticas aplicadas a los países, corporaciones e individuos que hagan uso de los paraísos fiscales para reducir los impuestos que pagan”, sostiene el informe “Tributación para un crecimiento inclusivo”.
Manifiesta que es necesario un plan de acción regional agresivo, que combine acciones coordinadas para dar cohesión a las leyes tributarias nacionales. Además, afirma que la evaluación, monitoreo e informes de las administraciones nacionales constituirán elementos cruciales para ello.
La Cepal señala que estas medidas apuntan a otorgar prioridad a la erradicación de la evasión y la elusión de impuestos, mediante el compromiso de lograr una reducción del 50% en un plazo de cinco años y una reducción del 75% en diez años.
“Los paraísos fiscales y los abusos en relación con los impuestos corporativos están destruyendo el contrato social entre el gobierno y el ciudadano, al permitir que los que podrían aportar más a la sociedad no paguen los impuestos que les corresponden en justicia”, .
El informe de Cepal fue presentado el mes pasado, antes del destape de los Panama Papers, pero menciona el llamado escándalo de las cuentas secretas en Suiza o Swissleaks, que reveló US$ 52.600 millones de fondos de residentes de América Latina en cuentas del banco HSBC en Suiza en los años 2006 y 2007, equivalente al 26% del total de la inversión pública en salud en toda la región.
“La agenda mundial actual de reforma tributaria no producirá soluciones transformadoras que garanticen que las multinacionales puedan ser gravadas en los lugares donde llevan a cabo actividades económicas y crean valor. Por consiguiente, esta agenda no apoya plenamente los intereses y estructuras comerciales de la región”, informa.
El organismo multilateral refiere que las multinacionales todavía controlan parte de su negocio a través de grandes y sofisticadas estructuras corporativas con compañías fantasma (offshore) en paraísos fiscales, que actúan como herramientas para desviar los impuestos que deberían conservarse dentro de la región.
“Las multinacionales ya no pueden considerarse como entidades separadas a efectos tributarios. La cooperación tributaria internacional dentro de un organismo intergubernamental de las Naciones Unidas es clave para reforzar la recaudación nacional del impuesto sobre la renta corporativa, especialmente con respecto a las empresas multinacionales”, indica.