En marzo de 2023 la tasa de inflación anual de China fue del 0,7%, lo que representa una desaceleración significativa en comparación con las cifras de febrero y por debajo de las expectativas del mercado. Esto se debió a una mayor desaceleración en los costos de los alimentos y otros bienes y servicios, como resultado de una recuperación económica desigual en el país luego de la eliminación de la política de cero COVID en diciembre.
Los precios de los alimentos en China también disminuyeron en marzo, alcanzando su nivel más bajo en diez meses, con una inflación del 2,4% frente al 2,6% de febrero, lo que sugiere que las autoridades chinas han logrado controlar la inflación de los alimentos en cierta medida. La inflación se mantuvo estable para los huevos, pero los precios de la fruta fresca se aceleraron y los de la carne de cerdo aumentaron considerablemente, a pesar de los esfuerzos del gobierno para controlar la oferta y la demanda en el mercado porcino.