En abril de 2023 la tasa de inflación anual de China cayó al 0,1%, por debajo de las estimaciones del mercado del 0,4% y marcando la cifra más baja desde febrero de 2021. Esta disminución se debe a una recuperación económica desigual tras la eliminación de las políticas de control COVID-19, lo cual resultó en precios más bajos tanto en alimentos como en otros sectores. La inflación de alimentos alcanzó su nivel más bajo en 13 meses, con una desaceleración notable en los precios de la carne de cerdo y una caída pronunciada en el costo de las verduras frescas. Por otro lado, los precios de los productos no alimentarios continuaron moderándose, particularmente en transporte y vivienda. Los precios al consumidor subyacentes, que excluyen los alimentos y la energía, se mantuvieron estables en un aumento interanual del 0,7%.
La caída en la tasa de inflación anual de China refleja una recuperación económica desigual y una menor presión inflacionaria. La reducción en los precios de alimentos y productos no alimentarios es indicativa de una demanda más débil y una oferta adecuada en el país. Los precios más bajos de la carne de cerdo y las verduras frescas sugieren una mejora en la oferta y una menor presión sobre los precios. Esta disminución en la inflación brinda cierto alivio a los consumidores, ya que los precios al consumidor subyacentes se mantienen estables.