El consumo de cemento en Perú continuó retrayéndose, pero a un ritmo más lento en comparación con meses anteriores, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En julio, el consumo de cemento se redujo en 6,1%, lo cual resulta menor que la tasa de reducción del 10,58% de junio y significativamente menor que la caída del 16% de abril. Este fenómeno se ha visto afectado por una serie de factores, incluidas las protestas violentas y los bloqueos de carreteras en enero y febrero, así como las lluvias e inundaciones causadas por El Niño Costero.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sostiene que la disminución en el ritmo de caída del consumo de cemento se debe a una amortiguación en la caída de la inversión privada, que se redujo en un 8,3% en el segundo trimestre. Además, otros sectores como la minería e hidrocarburos también han mostrado una desaceleración en su tasa de crecimiento. Por otro lado, la actividad pesquera, que también ha estado en declive, mostró una disminución menos intensa en julio en comparación con los meses anteriores.
Es relevante destacar que la pesca, especialmente de anchoveta, ha sido afectada por las altas temperaturas del mar en la costa norte y centro de Perú, lo que ha llevado a una disminución en la producción de harina y aceite de pescado destinados principalmente a la exportación. Este contexto más amplio de disminución en varios sectores económicos, incluido el consumo de cemento, plantea preguntas sobre la salud económica general del país y cómo las condiciones climáticas y sociales están afectando a diversas industrias.