Los futuros del crudo WTI experimentaron una caída por debajo de los US$ 79 por barril, marcando su cuarta sesión consecutiva de descensos. Esta tendencia a la baja se atribuye a varios factores, incluidos datos económicos más débiles de lo esperado en las principales economías del mundo y tensiones geopolíticas. Los datos recientes mostraron que la actividad empresarial en EEUU casi se estancó en agosto, mientras que la misma actividad en la Zona Euro y Gran Bretaña se mantuvo contractiva.
Los inversores están observando con cautela el simposio anual de banqueros centrales que se celebrará en Jackson Hole, Wyoming, donde se podrían dar orientaciones sobre las futuras tasas de interés. Además, el Ministro de Petróleo de Irán anunció que la producción de petróleo del país alcanzará los 3,4 millones de barriles por día a finales de septiembre, a pesar de las sanciones impuestas por EEUU. En otro desarrollo, las autoridades estadounidenses están trabajando en una propuesta que podría aliviar las sanciones al sector petrolero de Venezuela.
Mientras tanto, los datos oficiales mostraron que los inventarios de crudo en EEUU cayeron un 6%, lo que podría tener un impacto en los precios del petróleo en el corto plazo. Esta combinación de factores, que incluye datos económicos débiles, tensiones geopolíticas y fluctuaciones en los inventarios, está creando un ambiente de incertidumbre en el mercado del petróleo. Los inversores y analistas estarán atentos a futuros desarrollos, especialmente aquellos relacionados con las decisiones de política monetaria y las tensiones geopolíticas, para evaluar su impacto en la demanda y oferta de crudo.