En los últimos días, los futuros del crudo WTI experimentaron una caída, llegando a US$ 74 por barril el jueves. Esta disminución puede ser atribuida a una posible corrección técnica luego de tres sesiones consecutivas de incremento en su valor. Durante ese período, el índice de referencia del petróleo de EEUU registró un incremento cercano al 4%, debido a la escasez de suministros y a las perspectivas de mejora en la demanda. No obstante, el ministro de energía de Arabia Saudita ha advertido a los vendedores en corto sobre las posibles consecuencias, lo que ha generado especulaciones sobre la consideración de recortes adicionales de producción por parte de la OPEP+ en su próxima reunión, programada para el 4 de junio.
En un escenario paralelo, los datos oficiales revelan una disminución inesperada de los inventarios de crudo de EEUU durante la semana pasada, alcanzando una caída de 12.456 millones de barriles. Este descenso representa la mayor disminución en seis meses, contradiciendo las expectativas de un aumento de 0,775 millones. Esta reducción en los inventarios de crudo puede intensificar las preocupaciones sobre la oferta y la demanda, así como influir en el comportamiento del mercado.
Asimismo, la Agencia Internacional de Energía ha proyectado en su último informe mensual que la demanda mundial de petróleo superará la oferta en 2 millones de barriles por día durante la segunda mitad de 2023. Esta proyección indica un desequilibrio en el mercado petrolero, sugiriendo un posible escenario de mayor demanda que podría ejercer presión al alza en los precios del crudo a largo plazo.