Los futuros del crudo WTI experimentaron una caída significativa, situándose en torno a los US$ 77 por barril el miércoles, marcando los niveles más bajos en más de tres meses. Este descenso se produjo a raíz de la publicación de datos de la industria que indicaron un sorprendente incremento en los inventarios de crudo de EEUU, con un aumento de casi 12 millones de barriles en la última semana, el mayor desde la primera semana de 2023. Este inesperado crecimiento en los inventarios sugiere una posible desaceleración en la demanda o una eficiencia mejorada en la producción y almacenamiento de petróleo en EEUU.
Por otro lado, la Agencia de Información de Energía (EIA) de EEUU ajustó sus expectativas respecto al consumo de petróleo en el país, anticipando ahora una disminución de 300,000 barriles por día (bpd) para este año. Este cambio revierte su pronóstico anterior, que estimaba un aumento en el consumo de 100,000 bpd. Este ajuste en la proyección de la demanda puede ser un reflejo de una economía que se está moviendo hacia una mayor eficiencia energética o que está experimentando un crecimiento económico más lento de lo esperado.
Además, las exportaciones chinas, que resultaron ser más débiles de lo previsto en octubre, han contribuido a la incertidumbre sobre las perspectivas de demanda de crudo a nivel mundial. China, siendo el principal importador de crudo del mundo, juega un papel crucial en la determinación de la dinámica global de la demanda de petróleo. Un debilitamiento en sus exportaciones puede ser indicativo de una ralentización económica que, a su vez, podría disminuir la demanda de energía.
Mientras tanto, en el ámbito de la oferta, Arabia Saudita y Rusia han reiterado su compromiso de llevar a cabo recortes voluntarios adicionales en la producción de petróleo hasta finales de año. Estos recortes son esfuerzos por estabilizar el mercado y sostener los precios del petróleo frente a la fluctuante demanda global. La combinación de un aumento en los inventarios de EEUU, la revisión a la baja en las expectativas de consumo de la EIA, y la incertidumbre en la demanda china, junto con los recortes de producción, pinta un panorama complejo para el mercado del petróleo, donde el equilibrio entre la oferta y la demanda continúa siendo un factor crítico en la determinación de los precios.