Los futuros del crudo WTI experimentaron un aumento significativo de más del 3%, superando los US$ 85 por barril este lunes, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas en Oriente Medio. Este incremento se produce tras un ataque inesperado de Hamás a Israel durante el fin de semana, que ha desencadenado un conflicto en la región. Aunque la violencia se ha mantenido localizada hasta el momento, existe preocupación entre los analistas de que las tensiones puedan intensificarse a nivel global, especialmente tras informes que sugieren la implicación de Irán en la planificación de los ataques. Paralelamente, la semana pasada, el índice de referencia del petróleo estadounidense cayó casi un 9%, ya que indicadores de una demanda más débil eclipsaron los ajustes en la oferta.
La semana pasada, las señales de una demanda debilitada superaron los ajustes en la oferta, causando una caída del índice de referencia del petróleo estadounidense de casi un 9%. Según los datos de la Administración de Información de Energía de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés), las existencias de gasolina en el país aumentaron más desde la primera semana de 2022, y el promedio de cuatro semanas de la demanda de gasolina en EEUU. Se situó en su nivel más bajo para esta época del año desde 1998. Factores como las altas tasas de interés y la desaceleración del crecimiento global también han oscurecido las perspectivas de demanda.
Ante esto se generan varias preguntas: ¿Cómo influirán las crecientes tensiones en Oriente Medio en los mercados petroleros globales y en la estabilidad de los precios del crudo en el futuro cercano? ¿Qué impacto tendrán los conflictos geopolíticos en la dinámica global de oferta y demanda de petróleo? Y, ¿cómo podrían las naciones y las empresas petroleras navegar a través de este paisaje incierto y volátil para mitigar los riesgos asociados con las fluctuaciones de los precios del petróleo y las interrupciones del suministro?