Los futuros del crudo WTI experimentaron una caída superior al 3%, ubicándose por debajo de los 70 dólares por barril, luego de informes que indican que Irán y EEUU están cerca de llegar a un acuerdo temporal. Dicho acuerdo implicaría una negociación para aliviar las sanciones a Irán a cambio de una reducción en su enriquecimiento de uranio. Durante la semana, los precios del petróleo se mantuvieron relativamente estables, ya que los débiles indicadores de demanda, como el aumento de las existencias de combustible en EEUU y los datos económicos lentos de China, superaron las expectativas de un suministro más ajustado proveniente de Arabia Saudita.
En la reunión de la OPEP+ celebrada el domingo, Arabia Saudita anunció un recorte adicional de 1 millón de barriles por día en la producción de crudo para julio, con el objetivo de estimular los precios que se habían rezagado. Esta medida fue tomada para contrarrestar los efectos de los débiles indicadores de demanda y lograr una mayor estabilidad en el mercado petrolero. Sin embargo, los inversores también mostraron preocupación por la posibilidad de que los principales bancos centrales aumenten las tasas de interés, lo que podría tener un impacto negativo en la demanda general de petróleo.
Las negociaciones entre Irán y EEUU representan un factor clave que afecta los precios del petróleo en este momento. Si se llega a un acuerdo que alivie las sanciones a Irán, esto podría resultar en un aumento de su producción de petróleo y, en consecuencia, ejercer presión bajista sobre los precios internacionales. Los inversores están atentos a cualquier avance en las conversaciones entre ambos países, ya que esto podría tener un impacto significativo en la dinámica del mercado petrolero en el corto y mediano plazo.