El PMI Compuesto de Actividad Total de EEUU bajó a 52 en julio, por debajo de 53,2 en junio, registrando la expansión más lenta en 5 meses. El crecimiento del sector servicios se desaceleró a un mínimo de 5 meses, mientras que la producción manufacturera se mantuvo sin cambios. Los nuevos pedidos totales subieron menos desde abril ante restricciones en el gasto de consumidores por tasas de interés al alza.
La creación de empleos tuvo su ritmo más débil desde enero y la inflación de precios al productor repuntó, con empresas traspasando mayores costos y subiendo cargos por intereses a clientes. Aunque aún en zona de expansión, el enfriamiento del PMI compuesto señala una moderación del crecimiento de la economía estadounidense en julio.
La desaceleración sugiere un impacto de la política monetaria contractiva de la Fed para contener la inflación, afectando a sectores sensibles como servicios y manufactura. Mantener un «aterrizaje suave» de la economía ante el endurecimiento monetario seguirá siendo un reto para la Fed.