El impacto del desabastecimiento mundial ha empezado a provocar estragos en América Latina. La cadena de suministros de algunos países ha comenzado a estresarse e incrementando la inflación. Esto se debe a que la región es netamente dependiente del comercio mundial. En Brasil, la situación es calamitosa por el colapso de los puertos asiáticos provocando escasez de abonos, ya que China es su principal proveedora para la agroindustria. En México, la industria automotriz y el sector retail sufren con la falta de chips de semiconductores y la carencia de productos de alta demanda, lo que ha motivado el alza de la inflación (cercana al 6% en lo que va del 2021, el doble de la meta oficial). Mientras en Chile, existe un encarecimiento de toda la cadena de suministros, desde los insumos productivos hasta el alza de los fletes marinos.
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