La inflación anual en la zona del euro ha disminuido por tercer mes consecutivo, llegando al 5,3% en julio de 2023, en línea con las expectativas del mercado. Esta es la tasa más baja desde enero de 2022, lo que indica una tendencia de desaceleración de la inflación. La disminución se atribuye principalmente a una caída en los precios de la energía y una desaceleración en el costo de alimentos, alcohol y tabaco, así como de bienes industriales no energéticos.
A pesar de la disminución general, la inflación de servicios ha aumentado al 5,6%, lo que indica que ciertos sectores aún enfrentan presiones inflacionarias. Además, la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, se mantuvo en 5,5%, superando la tasa general de inflación por primera vez desde 2021. Esto sugiere que la inflación en ciertas áreas sigue siendo un problema.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la zona del euro disminuyó un 0,1% en comparación con junio, lo que podría tener implicaciones para la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). El BCE tiene como objetivo una inflación del 2%, por lo que la tasa actual sigue siendo significativamente más alta, lo que podría influir en sus decisiones futuras.