En 2017, la primera economía mundial registró una expansión del 2,2%. En 2018, el producto interior bruto de Estados Unidos creció 2,9%, el mayor ritmo desde 2015. La cifra de 2018 remarca la solidez de la economía estadounidense, impulsada por el agresivo estímulo fiscal dado por el presidente Donald Trump.
La Reserva Federal (FED) ha descartado mayores subidas de tipos de interés en lo que resta del año ante la ralentización global y rebajó también las perspectivas de crecimiento para este año de 2,3% a 2,1%.