Con el objetivo de evitar la inmigración, el gobierno de EEUU ha destinado una inversión de US$ 10.600 millones para Centroamérica y el sur de México con el fin de generar mejores condiciones de seguridad y oportunidad de empleo en dichas zonas. El canciller mexicano, Marcelo Ebrand señaló que a partir de 2019 se espera duplicar la inversión extranjera en el sur de México, en especial en Chiapas y Oaxaca, que son unas de las zonas más pobres del país.